Al
asumir el Frente Sandinista el Gobierno de la República en el 2007, la
orientación general de la política educativa era transformar el modelo de
educación venido del neoliberalismo, privatizador y excluyente, propósito para
el cual había que trabajar duramente para fundar una educación pública,
gratuita y de calidad. Por ello, la batalla ha sido, tanto en la cancha de la
lucha por la gratuidad, objetivo que no se lograba solamente con no cobrar en
las escuelas, sino que también proporcionando a los estudiantes alimentación,
libros de texto, computadoras, zapatos, uniformes y mochilas escolares
gratuitas, como en la cancha de la calidad, lo que implicaba no solo la
elaboración de un nuevo currículo, sino que también la renovación de enfoques,
investigación y principalmente la formación y capacitación continua y
permanente de los educadores.
Después de pasar todo el 2007, luchando en cada centro educativo
y cada aula de clase de la educación pública, en contra de la mentalidad
mercantilista orientada a los cobros por matrícula y mensualidad a los
estudiantes; el Mined bautizó el 2008 con el lema: ¡Y ahora vamos por la
calidad! Esto significaba que, en tanto ya se habían removido los obstáculos
para que la población empobrecida viniera a la escuela sin problemas, ahora de
lo que se trataba era de que a esa avalancha de nuevos estudiantes que se
incorporaba a las escuelas se les diera la mejor calidad de educación posible.
El problema de la calidad de la educación y su solución no es
coyuntural ni es una moda pasajera, motivo por el cual el ¡Y ahora vamos por la
calidad! era y es una apuesta y un desafío permanente, igual que el sentido más
profundo de toda educación, que es permanente y para toda la vida. En este
orden, los congresos internacionales del Mined, desde el primero realizado a
fines de julio y dedicado a examinar las líneas o rutas de política educativa,
hasta los últimos dedicados al bullying y a las escuelas normales, todos
apuntan a la elevación permanente de la calidad de la educación, principal objetivo
gubernamental en la presente etapa.
Los congresos internacionales del Mined realizados en este 2015,
son eventos en los que expositores extranjeros se dividen la tarea de
presentar, unos el estado del arte sobre la teoría respecto al tema en cuestión,
y otros la experiencia y buenas prácticas en sus países de origen respecto al
mismo tema. Después de las conferencias, los participantes, que en algunos
casos son verdaderas asambleas de más de trescientas personas, se dividen en
grupos de trabajo, para debatir con base en guías de discusión preparadas con
antelación y sacar conclusiones, aprendizajes y recomendaciones para el
mejoramiento de la calidad educativa en el sector objeto de estudio, sea en las
escuelas con la modalidad de Multigrado, en las escuelas de la Educación
Especial, en los Centros de Formación Docente en Escuelas Normales y
Universidades, o sea las recién creadas Consejerías de las Comunidades
Educativas respecto al tema del bullying.
Todo apunta a ir, estratégicamente, con un horizonte de mediano
y largo plazo, sin pausa ni descanso, creando una cultura del cambio, y la
transformación de la educación desde adentro de la misma, en tanto en estos
eventos participan no solo los actores que están en el terreno en la actividad
educativa directa, sino que también los directores y profesores de las Escuelas
Normales y los coordinadores de TEPCEs, quienes se encargan de diseminar entre
los estudiantes normalistas y los miembros de las comunidades educativas, las
lecciones aprendidas tanto a través de las conferencias de los expositores,
como de los debates en los trabajos en grupo.
Es el avance en las dos canchas o carriles, por un lado
profundizando la gratuidad de la educación sin pagar por el derecho a estudiar,
y por el otro, elevando la calidad de la educación, avanzando a la meta, de
hacer de la educación nicaragüense una educación pública gratuita y de calidad.
*Secretario Permanente de la Comisión Nicaragüense de
Cooperación con la Unesco.