El 16 de noviembre de 1942, los
Ministros de Educación de los gobiernos europeos en el exilio, se reunieron en
la Conferencia de Ministros Aliados de Educación (CMAE). A partir de entonces,
después de múltiples reuniones, el proceso culminó con la convocatoria de
Inglaterra y Francia a todos los estados miembros de las Naciones Unidas, para
asistir a una Conferencia en la que se decidiría la fundación de una
organización a nivel global, dedicada a promover la educación y la cultura,
especialmente en aquellos países que salían de la hoguera de la Segunda Guerra
Mundial. El nombre de la organización sería Uneco.
En
aquellos días, el mundo horrorizado acababa de conocer el espanto “del arma
nuclear y los estragos de una ciencia descarriada”, motivo por el cual”, dos
científicos británicos, Joseph Needham y Sir Julian Huxley, abogan por una
organización que se ocupara de los asuntos científicos. Son escuchados, y la
Uneco se convierte en la Unesco. La E para la Educación en su sentido más
amplio, la S para la Ciencia (science en inglés y francés) y la C para la
Cultura, incluyendo la comunicación, la información y la informática”.
Los
debates también incluyeron, la adscripción de la naciente entidad a la
Organización de las Naciones Unidas que recién acababa de ser creada por lo que
su nombre en idioma inglés sería United Nations Educational Scientific and
Cultural Organizations – Unesco, y en idioma español, igual, Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, de ahí que la
S, entre la E de Educación y la C de Cultura, completa el nombre de la
Organización de las Naciones Unidas especializada en los campos de la
Educación, la Ciencia y la Cultura.
La
Unesco en el sector de Ciencias Exactas, Sociales y Naturales, realiza a nivel
mundial diversos y numerosos programas relacionados con las Ciencias Marinas,
las Ciencias de la Tierra, las Ciencias Ecológicas, las Ciencias Básicas , las
Ciencias Sociales y las Humanidades e impulsa políticas científicas y
tecnológicas y la creación de capacidades en las áreas de la ciencia, la
ingeniería, la energía renovable y la prevención de catástrofes naturales,
orientadas con particular atención a los países empobrecidos.
Debido
al carácter autosuficiente de cada una de las tres funciones mencionadas,
podría pensarse que estas cumplen sus misiones de manera separada y aislada, lo
cual es una falsa percepción, debido a que las mismas conforman un sistema
holístico en virtud del cual cada una de ellas interactúa con sus pares. Por
ejemplo, en la promoción de la enseñanza de las Ciencias en las escuelas del
mundo, o en el cuidado de los Patrimonios Culturales y Naturales a través de la
Tecnología Espacial.
Para
los nicaragüenses, esta información es relevante no solamente porque la
organización está cumpliendo sus primeros 70 años de vida, o porque
Nicaragua, por sus relevantes logros en los campos de la cultura, la educación
y la alfabetización de la población adulta, acaba de ser incorporada como
miembro del Comité Ejecutivo de la misma para los próximos cuatro años, sino
porque la percepción común sobre las funciones de la Unesco en nuestro país ,
están más relacionadas con la Educación y la Cultura que con cualquier otra
función social, tal es el caso de la Ciencia.
Respecto
al tema de la Ciencia, el 10 de noviembre pasado, la Señora Irina Bokova,
directora general de la Unesco, con motivo del Día Mundial de la Ciencia para
la Paz y el Desarrollo, envió al mundo un Mensaje, que en su parte toral decía:
“Todos los gobiernos tienen conciencia hoy en día del poder de la ciencia, para
proporcionar respuestas fundamentales que posibiliten una mejor ordenación de
los recursos hídricos, la conservación y la utilización sostenible del océano,
la protección de los ecosistemas y la biodiversidad, hacer frente al cambio
climático y las catástrofes, promover la innovación, eliminar la pobreza y
reducir las desigualdades, para aprovechar al máximo este poder, debemos
atender mejor el panorama científico mundial y contar con mejores herramientas
para el seguimiento de los avances realizados”.
(*)
Secretario Permanente de la Comisión Nicaragüense de Cooperación con la Unesco.