La muerte no es verdad cuando
se ha cumplido bien la obra
de la vida
José Martí (1876)
José Martí (1876)
Como si de un designio divino se tratase, en el decorrer de una semana, entre el viernes 12 de febrero y el 20 de este mismo mes, tres extraordinarios nicaragüenses que dedicaron su vida al magisterio pasaron a la presencia del Señor. En su orden, el viernes 12 de febrero falleció Mariano Miranda Noguera, el miércoles 17 de febrero murió Guillermo Martínez José y el sábado 20 de febrero pasó a la gloria eterna Fernando Cardenal Martínez. Tres maestros, tres revolucionarios sandinistas cuya característica fundamental fue su vocación magisterial, su pasión por la educación y la coherencia del vivir la vida como una línea recta entre el decir y el hacer.
Mariano Miranda Noguera era de Juigalpa, como Gregorio Aguilar Barea y Josefa Toledo de Aguerri. Sindicalista del Magisterio. Mariano fue el hilo azul y eslabón fundacional entre la Federación Sindical de Maestros de Nicaragua (FSMN) de los años cuarenta, cincuenta y sesenta del pasado siglo y la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (ANDEN) de los años ochenta y la actualidad. Fundador de la primera Escuela Normal de Juigalpa a mediados de los años sesenta y de la idea de la investigación científica en la UNAN-Managua.
Guillermo Martínez José, era de Masaya, de Monimbó. Igual que Mariano, sindicalista del magisterio. Fundador y Secretario General de ANDEN. Organizador y dirigente de muchas batallas del magisterio nicaragüense durante los años de la Revolución Sandinista, en los terrenos de la alfabetización, la capacitación del magisterio, la defensa militar de la revolución o los cortes de café en las montañas del norte nicaragüense. Entre el 2007 y el 2010 como Director General de Educación, fue el coordinador de los delegados departamentales y municipales del MINED. Un verdadero líder que concebía al magisterio nicaragüense en posición de Cruzada, permanentemente movilizado como un Movimiento Pedagógico Nacional.
Fernando Cardenal Martínez nació en Granada. De Camilo Torres Restrepo le vino lo de disponer su vocación y su oficio de sacerdote jesuita y educador al servicio de los pobres y los explotados y del brasileño Paulo Freire le vino lo de forjar una Pedagogía Popular para la niñez y la juventud empobrecida de su patria Nicaragua, América Latina y el Caribe. Toda una vida dedicada a la Revolución Social desde y con la educación.
En años recientes, en el año 2013, 2014, 2015 y en este 2016, otros cinco destacados educadores de la misma estirpe de Mariano, Guillermo y Fernando se les habían adelantado camino al gozo de la vida eterna, estos fueron nuestros entrañables compañeros Guillermo López López fallecido en junio del 2013, Juan Bautista Arríen que muriera en agosto del 2014, los ex rectores universitarios Elmer Cisneros Moreira fallecido en febrero del 2015 y Aldo Urbina Villalta muerto en mayo del 2015, y Cony Puhiera Gómez que nos dejara en enero del 2016.
Los dos Guillermos, Juan Bautista, Mariano, Fernando, Elmer, Aldo y Cony, una sola vocación la del magisterio, una sola militancia, un solo y único legado de cara a las nuevas generaciones de nicaragüenses respecto a una educación pública, gratuita y de calidad al servicio de la liberación de las familias y la niñez empobrecida de Nicaragua y el mundo.
Ellos cumplieron Bien, a manos llenas, la Obra de la Vida. Para ellos la Muerte no es verdad. Mantengamos sus banderas siempre en alto, no permitamos que alguna vez rocen el suelo.
Miguel De Castilla Urbina.