La
Meta Número Tres de la Educación Para todos (EPT), orienta “velar porque las
necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos, se satisfagan
mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y a programas de
preparación para la vida activa”. En este orden la meta número tres de la EPT,
se refiere a la cobertura, eficiencia y calidad de la Educación Secundaria y la
Educación Superior en América Latina y el Caribe.
La
Educación Secundaria, de acuerdo con el enfoque y tecnología del nuevo
Currículo de la Educación Básica y Media en Nicaragua, puesto en marcha en
febrero del año 2009, durante los últimos cincuenta años, ha sido objeto de
mucho estudio, debate y reflexión en América Latina y el Caribe, siguiendo los
pasos o a la par de los procesos de modernización e industrialización de las
economías, que demandan fuerza de trabajo juvenil con las calificaciones
necesarias para la elevación de la productividad, la competitividad y las
ganancias a nivel local y de las transnacionales del capitalismo global.
Algunos
de los temas del debate se refieren a las edades de los estudiantes, como
sujetos de aprendizajes, entre los 13 y 17 años de edad, espacio etario en el
que explosionan no solo intereses de todo tipo sociales, culturales,
biológicos, etc., sino que también a las múltiples tensiones e influencias a
que se ven expuestos los adolescentes y jóvenes en esta etapa de sus vidas de
tránsito a la vida adulta.
Esta
complejidad afecta directamente a la matrícula escolar, ya que en estas edades
las familias empobrecidas, por necesidad de sobrevivencia o por cuestiones
referidas a determinantes culturales, van a propiciar, fomentar y promover el
trabajo adolescente empujando así a sus hijos e hijas a no matricularse o
abandonar la escuela. Pero la complejidad de los factores involucrados en el
tramo de la llamada Educación Secundaria, no solo afecta a la matrícula sino
que también a la calidad de la educación, la que se expresa en el currículo sea
para la Media General sea para la Media Técnica Profesional, como para la
formación de los mismos profesores para la Educación Media en nuestras
universidades públicas.
En
Nicaragua, igual que la mayoría de los países de la región, “la educación
secundaria se fue acercando paulatinamente a una función formativa de carácter
más general como complemento de la educación primaria, proceso que afectó
especialmente a la educación secundaria baja (o tercer ciclo de la Educación
General Básica y Media), crecientemente asimilada a la educación básica y
generalmente definida como parte de la educación obligatoria”. (UNESCO).
Los
avances en la matrícula en la Educación Primaria, han influido para aceitar la
fluidez en el tránsito entre este nivel educativo y la Educación Secundaria (el
tránsito entre el segundo y el tercer nivel de la Educación General Básica) e
incrementar la matrícula en este último nivel escolar. En el año 2012, el
promedio de la matrícula neta en Educación Secundaria en América Latina y el
Caribe fue del 75 por ciento superior al 66 por ciento alcanzado en el año
2000. No obstante, detrás de ese dato se esconde una gran heterogeneidad,
habiendo países con matrículas netas de alrededor del 60 por ciento, y otros
países, con mayor nivel de desarrollo económico y social, con el 80 por ciento
de matrícula neta.
Nicaragua
comparte el promedio latinoamericano de matrícula neta en este terreno. En el
año 2012, esta fue del 74.8 por ciento y en el año 2013 fue del 76.1 por
ciento. No obstante, este dato oculta un fuerte proceso de desgranamiento en el
tránsito entre el primer y segundo ciclo de la Educación Secundaria o tercer y
cuarto ciclo de la Educación General Básica y Media, la matrícula neta fue así
en el 2013: en el primer ciclo el 89.4 por ciento y en el segundo ciclo el 48.5
por ciento.
La
problemática del abandono escolar en el sistema escolar nicaragüense, nos
recuerda la necesidad de la investigación científica en educación, de cara a
determinar las causas en que se incuba esta patología que afectan y
obstaculizan los logros de la política educativa. La investigación pedagógica y
socioeducativa, otro nicho de oportunidades para todos en la Educación para
Todos en Nicaragua.