jueves, 22 de noviembre de 2012

Acreditando el modelo profesionista de universidad

Los procesos de Autoevaluación, Evaluación por Pares Académicos y Acreditación a que están convocadas las Instituciones de Educación Superior nicaragüenses, tan publicitados en la actualidad, esconden tras de sí un ominoso presagio, como lo es servir de mampara y coraza protectora del modelo académico profesionista, que construido durante doscientos años y petrificado en nuestras conciencias, pugna por tornarse eterno.

¿Cuáles son los pasos del proceso administrativo conocido como evaluación? De ordinario estos son los siguientes: recolección de información, análisis de la información recolectada y emisión de juicio sobre los resultados, finalizando con la toma de decisiones con fundamento en los mismos. Como es posible observar, la clave del proceso está en el inicio del mismo, es decir, en la etapa de recolección de la información, etapa que se inicia con la preparación de la documentación y cuestionarios correspondientes elaborados con base en determinados indicadores relacionados con los componentes y relaciones del objeto a evaluar.

Si de lo que se trata es de evaluar a las actuales Universidades y demás Centros de Educación Terciaria, los indicadores que servirán de base a los cuestionarios que se utilizarán en el proceso de evaluación de las mismas, serán los que se desprendan del modelo de relaciones dominantes e institucionalizadas en este tipo de organizaciones, es decir, del modelo académico profesionista, fincado en la enseñanza de las profesiones y en la docencia de las asignaturas en las carreras, igual (aunque a un nivel mayor de complejidad) que en la educación primaria y secundaria.

Si esto es así, y obviamente no podría ser de otra manera, el proceso de evaluación será para conocer del estado y situación de ese modelo de universidad, para al final dar testimonio del estado de su salud, ofrecerle las recomendaciones del caso para curar sus padecimientos y/o para darle el aprobado para su funcionamiento. Si se hiciera lo contrario, es decir, evaluar a la actual Universidad Nicaragüense con base a los indicadores y componentes de la Universidad que a través de la investigación mira hacia el futuro de la Sociedad del Conocimiento, al final habría, como se dice en la jerga de la evaluación escolar, una tendalada de universidades aplazadas. Sería como administrar a un grupo de estudiantes de onceavo grado, en la

Asignatura de Historia de Nicaragua, un cuestionario de la Asignatura de Trigonometría.
Por ello, para quien escribe, como militante a tiempo completo de la Universidad creadora e innovadora, que tiene a la investigación científica en igual nivel de importancia que a la docencia, no me queda ningún género de duda que los procesos de evaluación que están siendo promovidos en la actualidad desde el CNEA y en las Universidades del país, son procesos conservadores, legitimadores y acreditadores de lo viejo, lo farmacológicamente vencido e intelectualmente caduco, que a sabiendas o por ignorancia, lo que buscan es enmascarar y servir de nicho de sobrevivencia al modelo colonial napoleónico que privilegia la simple transmisión de información en las carreras y asignaturas, en detrimento de las actividades de investigación y proyección social y del propio equilibrio sistémico funcional de la institución universitaria.

Cuando a inicios del 2006, diputados sandinistas me ofrecieron presentar mi candidatura en la Asamblea Nacional a uno de los cargos de dirección del recién creado Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación, respondí que aceptaba si desde ese cargo pudiese incidir en la reforma de la Universidad nicaragüense, pero que si era para legitimar el modelo escolarizado de universidad, de aquella y esta época, mejor buscaran a otro.

Para mí, acreditar a las Universidades sin transformar antes, de raíz, su modelo académico profesionista, era y es poner los bueyes delante la carreta. Es jugarle una mala pasada, no sólo a nuestras Casas de Estudio Superiores, sino también a nuestra juventud, y con ella al futuro del país. Transformar a la Universidad primero y después evaluarla permanentemente para perfeccionar y acreditar la nueva Universidad; eso es, o debiera ser, lo correcto. Lo otro es correr sin freno hacia el pasado.

* Profesor
migueldecastilla68@hotmail.com

lunes, 12 de noviembre de 2012

El nuevo edificio de la UNI y la promesa del rector

Entre el 22 y el 26 de octubre del 2012 se realizaron en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), dos formidables eventos de carácter internacional en los campos de la Ciencia y la Tecnología. El 22 se realizó el Taller Internacional sobre el rol de las Universidades en la Investigación e Innovación para el Desarrollo Nacional, y entre 23 y 26, el VII Congreso Internacional de Innovación Educativa.

El tema general del Congreso fue: Hacia una visión de Gestión y Calidad en la Innovación Educativa en la Educación Superior, que contribuya al desarrollo social sustentable, teniendo como Ejes Temáticos: Nuevos roles de la Docencia en las Instituciones de Educación Superior (IES); Investigación e Innovación como eje del quehacer educativo de las IES; Extensión como garante de pertinencia y responsabilidad social de las IES; Gestión como Eje articulador de los procesos de las IES y Transformaciones de las Instituciones de Educación Superior y Modelos Educativos.

Cada Eje fue organizado con base en una Conferencia Magistral contextualizadora y un amplio conjunto de Paneles de Expertos, Mesas Redondas y Talleres sobre los temas relacionados con el contenido de cada Eje. Los expositores, panelistas y participantes fueron académicos, docentes e investigadores de las Universidades participantes: UNI, Instituto Politécnico Nacional (IPN), de México; Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (México), Universidad Autónoma de Tamaulipas (México) y Universidad Veracruzana (México), y diversas Universidades públicas y privadas de Nicaragua y Centroamérica. Un verdadero banquete universitario y cultural, en el que la máxima Casa de Estudios de las Ingenierías en nuestro país vistió sus mejores galas académicas en los campos de Investigación, Ciencias y Tecnología.

Quien escribe fue invitado a presentar una de las Conferencias Magistrales y a participar en una de las Mesas Redondas sobre Los Nuevos Roles de la Docencia Universitaria en las Instituciones de Educación Superior. En un momento de nuestra presentación afirmamos que, ante el exponencial crecimiento de los conocimientos en todas las ramas del Saber, dos nuevos roles se nos imponen a los docentes: aprender a investigar para permanentemente investigar en las asignaturas de nuestra responsabilidad más allá de la propia investigación documental, y aprender a enseñar a investigar, para convertir el aula de clases en verdaderos talleres de investigación, como parte de nuestro rol de mediadores pedagógicos, para que los estudiantes aprendan a investigar e investiguen, como parte de su rol de constructores de sus propios aprendizajes.

En ese orden de ideas, y tomando en cuenta que la UNI construye una obra monumental para 60 aulas de clase, a fin de albergar a los estudiantes que actualmente estudian en los edificios en donde se erigirá el Parque Tecnológico Julio Padilla Méndez, y que muchas instituciones de Educación Superior en Nicaragua, en los últimos diez años, han construido muchos edificios de aulas, preguntamos: ¿para qué edificios y aulas inteligentes y computarizadas en nuestras universidades, si las maneras, modos y usos pedagógicos de los docentes y las Universidades respecto a sus estudiantes, que son su razón de ser y existir, continúan siendo los mismos que cuando se fundara la Universidad nicaragüense, hace doscientos años?

Al finalizar nuestra presentación, el Rector de la UNI, Ingeniero Aldo Urbina Villalta, junto a miembros del Consejo Universitario, me dijo que tuviera la seguridad que esas aulas nuevas serían la matriz en la que se engendraría la nueva Universidad nicaragüense, es decir, aquella que educa investigando (educación basada en búsqueda del conocimiento) y que en el proceso de enseñar produce nuevos aprendizajes y nuevos conocimientos, es decir, la primera Universidad de Investigación de Nicaragua y Centroamérica. Adelante Rector, la historia está esperándolo.

*Profesor.
migueldecastilla68@hotmail.com