domingo, 31 de diciembre de 2017

La universidad estatista y popular en Nicaragua

En julio de 1979, la insurrección de amplios sectores de la población nicaragüense liderados por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, da al traste con la dictadura militar somocista, iniciándose para el país una época de profundas transformaciones.
Con los cambios en el orden social, cultural y jurídico producto de la Revolución Sandinista, el modelo académico de la universidad desarrollista, en boga desde inicios de los años sesenta, entra en crisis, dando lugar a un nuevo tipo de universidad, el que para los propósitos de esta revisión histórica podríamos llamar estatista y popular. Estatista en tanto la universidad asumió las mismas características del Estado y el proceso revolucionario perdiendo su carácter de institución autónoma, y popular por el carácter y composición clasista de la matrícula, abierta a los sectores populares empobrecidos de la sociedad nicaragüense. Para alcanzar este propósito fue que se crearon en la Unan de León y Managua las llamadas Facultades Preparatorias, cuya matrícula estaba integrada por estudiantes de secundaria de origen campesino, que al egresar continuaban sus carreras universitarias en estas casas de estudio.
El gobierno revolucionario creó el Consejo Nacional de la Educación Superior (CNES), una especie de Ministerio de la Educación Superior, común en esa época en los países socialistas, cuyo ministro era nombrado por el presidente de la República, y éste  a su vez nombraba a los rectores de las universidades y Centros de Educación Técnica Superior. Al CNES pertenecieron no solo las universidades públicas que se crearon en el período, sino que también universidades privadas de servicio público como la UCA y la Upoli y universidades comunitarias como la Bicu y Uraccan, siendo su característica principal que todas recibían financiamiento público.
Respecto a los modelos académicos venidos de la herencia napoleónica y desarrollista, la universidad estatista y popular, mantuvo las viejas estructuras divididas en facultades y decanatos, y como en Francia, en tiempos de Napoleón (1808), se crearon, por primera vez en las universidades públicas nicaragüenses, centros de investigación separados del quehacer profesionalizante de las facultades y las carreras universitarias y se eliminaron los estudios generales, pero se mantuvieron los departamentos académicos.
Hasta 1979,  la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (Unan) con su sede en León y sus núcleos de Managua y Jinotepe, cumplía su misión en dos escenarios diferentes: en el de la enseñanza de las profesiones y marginalmente en el de la vinculación con sus entornos económicos y sociales, con actividades de extensión y promoción cultural. A partir de la fundación del CNES en 1980, se crearon tanto a nivel central como en todos los Centros de Educación Superior, las direcciones de Investigación y Posgrado, separadas del quehacer profesionalizante de las facultades tradicionales, como una facultad más, con propósitos, planes,  programas,  personal y presupuesto propios.
Las principales tareas desempeñadas durante el decenio de los años ochenta por las Direcciones de Investigación y Posgrado fueron: la creación de Centros de Investigación especializados, la organización y ejecución de las Jornadas Universitarias de Desarrollo Científico (JUDC) para la promoción de la investigación estudiantil, y la organización  y  ejecución de Programas de capacitación y formación posgraduada, para la superación profesional del personal docente de las Universidades y Centros de Educación Técnica Superior.
En este orden, entre 1980 y 1989, por primera vez en la historia de la Educación Superior Nicaragüense, se lograba completar la propuesta de José Ortega y Gasset, sobre el modelo funcional universitario integrado por tres funciones a saber: la ampliación del conocimiento (función de investigación); enseñanza de las profesiones (función docente) y conservación y transmisión de la cultura (función de extensión), no obstante, la función principal continuó siendo la enseñanza de las profesiones, igual que lo había sido para la Universidad desde su fundación en 1812. Se perdió así  la oportunidad que ofreciera un contexto tan propicio como el de la revolución, para transformar el modelo académico tradicional fincado en la enseñanza, cuando para esos años,  ya tenía casi dos siglos de que Wilhelm Von Humboldt propusiera su idea de una educación basada en la búsqueda del conocimiento (investigación) para las Universidades alemanas.
Como parte de estas reformas, en el periodo de los años ochenta, el Gobierno de la Revolución, convirtió a la UNAN- Núcleo de Managua en 1981, en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua, como una universidad autónoma separada de la UNAN-León; en 1984 fundó la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y en 1990 fundó la Universidad Nacional Agraria (UNA).

jueves, 14 de diciembre de 2017

La universidad desarrollista en Nicaragua

Con el cambio de la universidad colonial a la universidad napoleónica, cambiaron el tipo de conocimientos que se enseñaban las Ciencias Naturales, por ejemplo,  sustituyeron a la Teología, no obstante la universidad continuaba siendo la misma: una institución elitista, con igual administración académica e igual manera de hacer y concebir la enseñanza. Frente a esta situación es que se rebelaron los Estudiantes de la Universidad de la Provincia de Córdoba, Argentina,  en 1918, iniciando para nuestra región el movimiento conocido como de la Reforma Universitaria de Córdoba. Producto de este singular hecho, la universidad latinoamericana asume una manera extraña para la época y que va a marcar el futuro de la institución cultural en la región, tal fue la autonomía universitaria, respecto a cualquier otro tipo de entidad religiosa o  política, tal a como lo había sido en las etapas anteriores.
Coincidiendo con los cambios que se estaban dando en el interior de las universidades, múltiples cambios se producían en los entornos económicos y sociales de las mismas, como consecuencia de las nuevas relaciones que se establecieron entre la metrópoli y los países de la periferia capitalista, pasada  la Segunda Guerra Mundial, logrando consolidarse estas en el modelo conocido como de  ‘’ sustitución de importaciones de bienes de consumo’’, cuya principal característica fue el ingreso a los países de la región, de una mezcla de capitales, más tecnologías, más fábricas, más bancos, los que obviamente demandaron cambios en la esfera educativa, especialmente de las universidades, productoras  del  personal necesario para facilitar los cambios que se estaban dando. A este proceso respondieron los Estados convirtiéndose en verdaderos aparatos de reproducción de la dependencia económica, política y cultural, lo que implicó un conjunto muy amplio de cambios en la vida de los mismos y de nuestras sociedades, especia
lmente en el terreno educativo. A esta fase del capitalismo en América Latina las Ciencias Sociales la llamaron capitalismo desarrollista, o simplemente desarrollismo, y a la universidad que le sirvió de medio de reproducción cultural: se le llamó universidad desarrollista. 
Para el caso de Nicaragua, con el logro de su autonomía el 25 de marzo de 1958, la Universidad Nacional Autónoma, inicia el proceso de fundación de la universidad contemporánea en nuestro país, en consonancia con el proceso de modernización del capitalismo dependiente, a través del cultivo algodonero (1951-1959). Nacía así la universidad desarrollista en Nicaragua, mezcla de la universidad napoleónica (dispersa, desarticulada y fragmentada), de los años setenta del siglo XIX y de la modernización capitalista y la Alianza para el Progreso de los años sesenta del siglo XX. 
Algunos hitos de  este proceso fueron los siguientes: a inicios de 1960, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) con sede en León, crea dos nuevas filiales una en Managua  y otra en   Jinotepe. El 15 de enero de 1963, por primera vez en este tipo de instituciones, la UNAN presenta su Anteproyecto de Desarrollo de la Universidad para el período de 1963-1966. A semejanza del Decreto Zavala del 3 de abril de 1879 para la Universidad Napoleónica, este documento inaugura la idea de la Universidad Desarrollista en Nicaragua. Características de la Universidad Desarrollista, según su formato nicaragüense  fueron: se continuó con la organización de la Universidad dividida en Facultades y Decanatos,  pero se introdujo “el principio de la departamentalización”, a imagen y semejanza del Departamento académico de origen norteamericano, como unidad básica para que la Universidad cumpliera su Misión, y se creó el Ciclo de los llamados Estudios Generales, obligatorios para todos los estudiantes al iniciar sus es
tudios universitarios. 
La Universidad Desarrollista en Nicaragua, igual que la Universidad Napoleónica venida de Francia y en boga en América Latina y el Caribe desde mediados del siglo XIX, no surgió de manera autónoma, como conclusión y acuerdo del debate y el  desarrollo del pensamiento universitario nicaragüense, sino que la misma fue producto de la influencia externa para todas las universidades de la región, organizada por el Consejo Superior Universitario Centroamericano (Csuca), con el patrocinio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Fundación Rockefeller. Así, las facultades y la descentralización (más precisamente la desarticulación entre investigación y docencia en la Universidad) vinieron a Nicaragua de España y Francia en el siglo XIX, y los Estudios Generales y los Departamentos Académicos, vinieron de los Estados Unidos de América en el Siglo XX.