jueves, 14 de marzo de 2013

Legislando el comercio educativo

Hará unos trece años, siendo profesor de metodología de la investigación en la Carrera de Ciencias Sociales, en la UNAN Managua, observamos una irracionalidad socioeducativa, que por serlo, castigaba a los estudiantes en el tramo final de su egreso de la universidad, en tanto les impedía graduarse de manera expedita, como parte de su derecho a que la institución les facilitara el ejercicio del mismo.

El problema se presentaba así: los estudiantes, aprobaban las cuarenta y cinco asignaturas del Plan de Estudios durante los diez semestres de duración de las carreras, y a partir de entonces, debían buscar un profesor que les sirviera de tutor y unos compañeros de promoción con quienes asociarse, para generar la idea de algún tema sobre el cual investigar para escribir su monografía o tesis de grado para, al fin, después de dos o tres años presentar ante un tribunal sus trabajos y al final graduarse. El problema no era financiero sino metodológico, siendo su origen, el hecho que las actividades de graduación no eran parte del plan de estudios de las carreras. Esta situación fue puesta en evidencia por nosotros, en cinco artículos publicados en El Nuevo Diario de esos años.

En el año 1999, dado que este modelo de graduación había provocado que una inmensa cantidad de egresados no se graduaran, debido a que no habían encontrado ni tutor, ni compañía, ni tema para escribir su trabajo de graduación, el Consejo Universitario creó varias alternativas de solución, como fueron los Exámenes de Grado, las monografías y los Seminarios de Graduación, que removieron el obstáculo a la graduación masiva de estudiantes de manera absolutamente gratuita, cuestión que en el caso de la UNAN-Managua, nunca ha sido puesta en cuestión.

Con el proceso de transformación curricular en los últimos años (2011-2012-2013) en la UNAN-Managua, se ha creado un eje de investigación con seis asignaturas a través de los diez semestres que duran la mayoría de las carreras, esperando recuperarse la idea de las tesis de grado como única opción de graduación, y que los estudiantes inicien la elaboración de las mismas a partir de las asignaturas de metodología de la investigación, a impartirse en el tercer o cuarto semestre de cada carrera. Así, los trabajos de graduación, deberán elaborarse durante el tránsito por los diez semestres que dura cada una de las setenta Carreras de esta universidad.

Hemos realizado esta larga explicación, debido a que en la actualidad en la Asamblea Nacional, se discute una ley en la que se propone regular los cobros por las diferentes opciones de graduación con que cuentan las universidades privadas y algunas universidades públicas, lo cual desde el punto de vista estrictamente pedagógico es una aberración, en tanto se procura legislar sobre una insuficiencia que por culpa del afán de lucro, se rompe con un proceso, cuyo final debiera estar preñado de valores educativos, que invocan la alegría individual y familiar de cada estudiante por los logros alcanzados.

Esto de los cobros por el derecho a graduarse comenzó a inicios del decenio de los años noventa del siglo pasado en Nicaragua, con la implantación de la idea neoliberal y del comercio educativo en todas las educaciones y del boom de la universidad privada en nuestro país, en las que, igual que en las escuelas, colegios e institutos públicos, en donde la creatividad afloraba para sacarle dinero a los padres de familia por cualquier pretexto, también en las universidades se inventó una gran cantidad de formas y maneras para vaciar los bolsillos de las familias nicaragüenses, que hacían ingentes esfuerzos por educar a sus hijos e hijas.

Esta circunstancia debiera aprovecharse para que las familias con hijos e hijas matriculados en estas instituciones, se asocien y exijan que no se cobre ni un solo centavo por cualquier alternativa de graduación, sino que éstas pasen a formar parte de los planes y programas de estudio de cada carrera, a fin de que sean elaborados como parte del currículum y no como una etapa separada del mismo, que sirva de pretexto para la conversión de la educación en vulgar mercancía.

* Profesor