jueves, 28 de agosto de 2014

Arríen y su pedagogía de las Tríadas

En los últimos años de su vida Juan Bautista Arríen se dio a la tarea de construir una propuesta teórica, que sería al final la síntesis de su pensamiento filosófico y sociológico sobre la educación, esta es la que yo llamaría su Pedagogía de las Tríadas. Juan Bautista, haciendo uso del enfoque metodológico de las tríadas, procuró explicar la dialéctica tanto de los seres humanos como seres educables en relación a sí mismos y a su entorno social, como a los diferentes escenarios en que transcurre la existencia de los mismos en su proceso educativo y la de los propios centros educativos.
El pasado mes de abril, hace solo cuatro meses, Juan Bautista participó como docente en el Diplomado impartido por la UNAN – Managua y el Ministerio de Educación, titulado “Mejoramiento de la Calidad de la Educación en Nicaragua,” enseñando el tema: El proceso educativo: un proceso de interacción de personas con la acción del maestro y la maestra.
En el documento base de su docencia, Juan Bautista se refiere a la tríada propia del ser humano así: “Cada persona como organismo vivo, físico-material y espiritual posee un enorme potencial que, para su desarrollo y realización, es necesario extraerlo, sacarlo al exterior de su ser, e-ducere a través de un proceso progresivo, educativo; de lo contrario, sería desaprovechado y en gran medida perdido…Además de inducir, animar, para que la persona despliegue y aproveche su potencial, es importante y necesario acompañar, guiar, orientar con-ducere….La tríada derivada del verbo ducere, e-ducere, in-ducere, con-ducere, conforma la tríada procesal educativa de la construcción del ser humano como persona”.
La otra tríada que construye Juan Bautista es más sociológica y se refiere a las relaciones entre la familia, la escuela y la sociedad. “Estas tres organizaciones, dice, educan en forma original y permanente, activando todos los resortes del proceso educativo de las personas y de la ciudadanía….En términos educativos, la familia influye en todos los aspectos físicos, emocionales y sociales que acompañarán prácticamente siempre a la persona. Todo lo que se diga de valores, actitudes, hábitos, preferencias, imitaciones, equilibrios y desequilibrios se van gestando y desarrollando en la convivencia del núcleo familiar….La familia, como núcleo educativo, es el hábitat natural en el que echa sus raíces el ser humano, para aprender a ser persona.”
“La acción de la familia y de la escuela con sus cuotas educativas indispensables para el desarrollo y crecimiento de la persona, dice Juan Bautista, constituyen la plataforma real sobre la que cada persona se inserta en la sociedad con el conjunto de influencias que emanan de ella.”
La tercera tríada que propone Juan Bautista se refiere a las instituciones escolares, afirmando que: “el centro escolar, expresión orgánica del sistema educativo, conforma una interesante tríada de subsistemas: el técnico pedagógico, el administrativo y el psicosocial.”
De la calidad de la articulación de esos tres subsistemas en cada centro educativo, va a depender la calidad de la educación.



jueves, 21 de agosto de 2014

La complejidad de las malas notas en la escuela

Algunas personas, a través de diferentes medios, al comentar nuestros artículos en los que describo y analizo las características del nuevo currículo y el nuevo modelo curricular nicaragüense en marcha desde febrero del 2009, me preguntan: ¿Cómo es posible que, contando Nicaragua con un currículo de esta naturaleza, un sistema de programación y evaluación que funciona como un reloj en círculo virtuoso mes a mes y múltiples procesos de capacitación de docentes en todo el país, los resultados del rendimiento académico en cada corte evaluativo bimestral y de los exámenes de admisión en las universidades sigan siendo tan bajos?
Para responder a esta pregunta, es necesario explicar la naturaleza y origen de los resultados educativos escolares y el proceso de su construcción, ya que estos, siendo escolares, se realizan tanto en la escuela, como en el hogar y el medio social en que viven el estudiante y la estudiante en su cotidianidad. En este contexto, una buena o mala calificación en el boletín escolar del estudiante es el producto no solamente de un buen o mal currículo o una buena, mala o escasa capacitación de los maestros, sino que también del apoyo y atención de padres, madres y demás familiares a las actividades escolares de sus hijos, especialmente de las responsabilidades que dejan los maestros para ser resueltas en el seno familiar, como tareas en casa o actividades de estudio independiente, autoestudio y autoaprendizaje.
Pero la calificación en el boletín escolar de los estudiantes y los resultados escolares expresados en las estadísticas de los anuarios educativos no solamente son el producto de las buenas o malas prácticas de los docentes y los padres de familia en su desempeño como tales, sino que también, y en no pocos casos este es un factor fundamental y decisivo, la causa de una buena o mala calificación hay que buscarla en el medio social, integrado por el círculo de amistades en que se mueve el estudiante o la estudiante en la cuadra, la esquina próxima y los puntos de tertulia del barrio, la colonia o la comarca. Muchas veces los muchachos y muchachas aprenden más y aprenden mejor con sus pares y amistades de su mismo sexo, edad, intereses y necesidades que de sus padres o maestros.
Es por ello que, si bien es cierto que es responsabilidad del Estado ofrecer educación gratuita y la mejor calidad de educación posible a la población empobrecida, también es cierto que la educación de niños, niñas, jóvenes y adultos es responsabilidad de todos y todas, con especial énfasis en las familias.
Transparentar esta situación es de suma importancia en una sociedad tan polarizada como la nuestra, en donde por falta de objetividad, seriedad y rigor en el análisis se reducen las causas de las malas notas a factores meramente escolares y se buscan falsos culpables, poniéndole trampas a la solución de los problemas.


viernes, 15 de agosto de 2014

Mi amigo Juan Bautista Arríen

En 1979 con el triunfo de la Revolución, Juan Bautista Arríen que directa e indirectamente había estado vinculado a las luchas insurreccionales contra la dictadura, pasa a ocupar el cargo de Director de Planificación en el Vice- Ministerio de Planificación y Política Educativa que estaba a mi cargo. Desde ese puesto, con Arríen coordinamos en 1981 la Consulta Nacional para definir los fines, principios y objetivos de la nueva educación, actividad emblemática de la Revolución en el terreno educativo. Igual, como director de Planificación, escribió una obra de carácter metodológico sobre Planificación Participativa de la Educación, y coordinó, junto a Róger Matus Lazo, la edición de la obra que recoge el legado de la Revolución Sandinista en el campo educativo, titulada Diez Años de Educación en la Revolución.
Cuando en 1996 Xabier Gorostiaga propone a Juan Bautista fundar el PREAL, que años después pasaría a llamarse IDEUCA, él invita al Dr. Rafael Lucio y a quien escribe a fundar el Instituto. Juan nos llamaba sus arcángeles, el Arcángel Rafael y el Arcángel Miguel. Ahí con su tutela y apoyo realizamos múltiples investigaciones sobre la educación nicaragüense y centroamericana. En acuerdo con El Nuevo Diario se creó la tradición de publicar a tres manos, tres artículos semanales sobre educación, en este rotativo; se publicaron muchas obras en el campo educativo, se generaron y realizaron múltiples programas de capacitación de maestros en todo el país y se patrocinó la fundación de organismos no gubernamentales del campo de la educación como el Foro de Educación y Desarrollo Humano y el Movimiento Pedagógico Nacional.
Sobre la obra escrita que Juan Bautista Arríen nos deja en sus libros y artículos periodísticos, se podrá hablar mucho en el futuro, no obstante para mí la característica más importante de su pensamiento pedagógico como teórico de la educación, fue su visión optimista, esperanzada y esperanzadora de la educación y de la profesión magisterial. Contrario a las posiciones catastrofistas de algunos académicos y analistas que trasladan sus posiciones políticas de oposición al campo educativo, Juan Bautista permanentemente pedía un chance para la educación, recordando que ésta tenía sus tiempos y que los procesos educativos son lentos en su proceso de maduración y que uno de esos tiempos era el de las cosechas.
Entre muchas de las cosas sobre las que Juan se sentía orgulloso, hay dos que según mi criterio, hablan de su personalidad; una es sobre su experiencia como alfabetizador durante la Cruzada Nacional de Alfabetización, ya que como él no podía ir a la montaña, alfabetizó a una señora que trabajaba como afanadora en su despacho del Ministerio de Educación, y el otro hecho --sobre el cual Juan hablaba con orgullo-- fue resistir el trato grosero, irrespetuoso y desconsiderado de un ministro de Educación, que por estar en desacuerdo con su pensamiento, y como no podía correrlo porque su cargo de representante ante la UNESCO dependía de la Cancillería, le quitó la persona que limpiaba su oficina, mandó a retirar los acondicionadores de aire y sacar los escritorios al pasillo.
Sobre Juan Bautista Arríen se pueden escribir y decir muchas cosas y muchas páginas para situarle en el lugar de los imprescindibles para la educación nicaragüense y latinoamericana, no obstante el más grande legado que deja a su hijo Juan Bautista, a Giovanna y a sus colegas, compañeros, amigos y hermanos, es su coherencia, como una línea recta, sin dobleces ni medias tintas. Juan nunca se apartó de la ruta de la Revolución que lucha por la emancipación de los pobres. Con la derrota electoral del FSLN en 1990, pudo ofrecer sus servicios cargados de prestigio intelectual al Gobierno de la UNO, o pudo, más fácil aún, transitar hacia otras formaciones políticas. Pero él no, a inicios de los 90, cuando el neoliberalismo se tomó la educación del país, y como para no dejar dudas de cual sería su posición en el futuro, Juan Bautista escribió un ensayo con el cual ganó un concurso de la Revista Encuentro, en el que desnudaba la estrategia de la UNO para desmontar los éxitos de la Revolución en el terreno educativo y profetizó lo que vendría después con la educación convertida en mercancía.
Desde los días de funcionario como director de Planificación del MINED de la Revolución en 1979, al 9 de agosto del 2014, día de su muerte, la vida de Juan Bautista Arríen en el terreno educativo, que era su terreno, fue una sola y única coherencia entre el pensar y el hacer. Ese es su legado, su herencia ética, lo mejor de su vida.


martes, 12 de agosto de 2014

Los TEPCEs y la RED- CAP

Los Pre-TEPCEs, los TEPCEs y los Pos–TEPCEs son los momentos o etapas, en que los miembros de la Red de Capacitación y Acompañamiento Pedagógico RED–CAP de cada uno de los niveles del proceso curricular, realizan sus actividades y funciones.
La etapa de los PRE-TEPCEs se realiza en la sede central del Ministerio de Educación. Ahí se preparan mensualmente las condiciones técnicas, pedagógicas y organizativas para el desarrollo de los TEPCEs y se programan los objetivos, indicadores de logro, actividades y estrategias didácticas. El nivel central transmite al nivel departamental, y estos al nivel municipal y a los núcleos educativos, las indicaciones correspondientes del mes a programar a través de diferentes medios: presencial o a distancia, a través de correo electrónico, fax o teléfono.
La etapa siguiente es la de los TEPCEs. Este es el momento en que los docentes de un mismo núcleo educativo, se reúnen por grados, disciplinas y niveles educativos con el fin de evaluar lo programado en el mes anterior y programar los aprendizajes del mes siguiente. Es en este espacio en donde se toman las decisiones sobre la adecuación del currículo con base en las realidades locales y las necesidades de aprendizaje de los y las estudiantes.
En los Pos-TEPCEs cada nivel educativo evalúa los resultados de los TEPCEs realizados. Los directores de los centros educativos se reúnen con el personal de su unidad académica, a fin de conocer los resultados de los TEPCEs en que participaron los educadores de su centro de estudios y de conocer cuáles son los aprendizajes esperados en cada grado, modalidad y /o asignatura del mes que se inicia, con el propósito de darles seguimiento durante el mes programado y apoyar a los educadores de su escuela en sus prácticas en el aula de clases.
En este proceso, los miembros institucionales de la RED–CAP de todos los niveles han estado presentes, aproximando el discurso y las orientaciones del nivel central al nivel de los núcleos educativos y recolectando información sobre los procesos de evaluación para incorporar esta a la programación del mes siguiente.
En esta tarea es fundamental el uso de internet a fin de mantener la comunicación permanente de todos los miembros de la RED, para lo cual el Mined cuenta con el Portal Educativo www.nicaragua.edu.ni. La RED-CAP busca fortalecer el rol de los docentes en la escuela, en el núcleo y en el municipio y rescata y promueve la voz del magisterio en los aspectos sustantivos de la educación, por ello, una tarea importante es la sistematización de las mejores prácticas, de cara a diseminarlas entre los y las docentes a fin de darle sustentabilidad a los cambios en la educación y crear mejores condiciones para las transformaciones del futuro.