jueves, 26 de enero de 2012

La universidad nicaragüense en sus cinco universidades

Como es sabido, en este enero de 2012, los universitarios nicaragüenses estamos de manteles largos. La Universidad de León, matriz en la que se incubara la idea de Universidad en Nicaragua, tal a como la conocemos en la actualidad, cumple 200 años.

El Dr. Carlos Tünnermann ya nos ha ilustrado en estas páginas de El Nuevo Diario acerca de las circunstancias que rodearon a aquel trascendental hecho de nuestra historia cultural.
Por nuestra parte, con el propósito de recrear estos días de fiesta y reflexión universitaria, rememoramos una vieja hipótesis que presentaremos en dos de nuestros libros sobre la universidad nicaragüense y su largo recorrido de doscientos años; se trata de mi propuesta de periodización sobre las etapas vividas por la Universidad que está de cumpleaños, y los diferentes tipos de universidad derivados de las mismas.

Doscientos años, 1812-2012, divididos en cinco etapas, cada una signadas por cinco tipos de Universidad, a saber: a) 1812-1879: Universidad Colonial; b) 1879-1963: Universidad Napoleónica; c) 1963-1979: Universidad Desarrollista; d) 1979-1990: Universidad Estatista y Popular; e) 1990- a.n.d: Universidad Neoliberal.

Obviamente, como todo en la esfera de lo social, la división propuesta es sólo con propósito analítico, en tanto algunas o muchas de las características de uno u otro tipo, es posible encontrarlas presente en los diferentes tipos de Universidad.

Las Universidades Coloniales Latinoamericanas, tanto en sus Modelos Académicos, como en sus contenidos programáticos, sus métodos pedagógicos y el tipo de profesores y estudiantes que las integraron, fueron unas.

Universidades típicamente españolas implantadas en territorio extranjero. Las mismas fueron parte del sistema de imposición ideológica y de la dependencia estructural, que respecto al imperio español, caracterizó a las sociedades coloniales de América Latina y el Caribe.

Algunas de las causas que dieron origen a las Universidades creadas por la Corona Española en estas tierras, fueron las siguientes: ofrecer educación a los hijos de los peninsulares nacidos en América, de características parecidas a las que se ofrecía en la metrópoli, con el propósito de mantenerlos ligados culturalmente a la ideología del imperio; preparar los recursos humanos de relevo para llenar los cargos de menor rango de la burocracia colonial, y formar al personal religioso que debía ocupar los cargos de contrapartes del personal burocrático y militar representante de la corona.

Entre 1538, que es fundada la Universidad de Santo Domingo, en la Isla La Española y 1812 que es fundada la Universidad de León, en Nicaragua, treinta y dos universidades fueron fundadas en territorio americano, aunque algunas de ellas, debido al complicado proceso de su aprobación e instalación, nunca llegaron a funcionar.

En efecto, el 10 de enero de 1812; 142 años después de la fundación del Colegio Tridentino, el 15 de diciembre de 1670, es fundada en León de Nicaragua, la Universidad de León. El 18 de abril de 1814, se nombra como Rector de la Universidad al Presbítero Francisco Ayerdis, y el 24 de agosto de 1816 la Universidad inicia sus actividades, después de completar el número de ocho doctores, requisito para la apertura de la Universidad.

La Universidad de León, como todas las del Nuevo Mundo, fue fundada como una institución de enseñanza, cuyo Modelo Académico tenía como base a las cátedras de Latín, Teología, Moral, Gramática, Teología  Dogmática, Derecho Canónico y Filosofía.

José Coronel Urtecho, en sus “Reflexiones sobre la Historia de Nicaragua”, al referirse a las características de este tipo de Universidad, expresó lo siguiente: “Una institución conservadora, reaccionaria, hasta tradicionalista, enteramente arraigada en la mentalidad colonial y florecida a la sombra de la iglesia. Aun no había dejado en realidad de ser lo que era desde el Siglo XVIII, un simple seminario para la formación del clero y de unos cuantos jóvenes seglares aficionados al estudio... Estaba en perfecta armonía con la metrópoli de entonces: una ciudad rural, eclesiástica y burocrática”.

La crisis de la Universidad Colonial en la segunda mitad del siglo XIX, producto del desarrollo del naciente capitalismo agro-exportador en nuestras tierras, será la matriz en la que se incubará el surgimiento de un nuevo tipo de Universidad, el de la Universidad Napoleónica.

* El autor es exministro de educación de Nicaragua.

La Universidad Napoleónica en Nicaragua (1879–1963)

Causas de tipo político, expresión directa de los procesos de independencia de los países latinoamericanos y del Caribe respecto de la Corona Española, provocaron abruptos y radicales cambios no sólo en la administración de las universidades coloniales, sino que también en el contenido y la estructura académica de las mismas. Si las relaciones con el centro dominante cambiaban, por consecuencia refleja, también cambiaría la naturaleza y calidad de la universidad. Con la independencia, la universidad colonial, escolástica y pontificia perdió su base de sustentación y una nueva calidad debía sucederle.
La clase dominante colonial (criolla) como clase dominante-dependiente, estaba incapacitada para crear una Nación al estilo de la burguesía europea, y eso daría lugar a que las naciones latinoamericanas nacieran políticamente independientes, pero económicamente- como fértil semilla- condicionadas para engendrar un nuevo tipo de dependencia política.

Los nuevos Estados independientes abolieron y nacionalizaron todas las formas de enseñanza, en especial la de las universidades.

Características sobresalientes de la Universidad Napoleónica que todavía se mantienen en la mayoría de las universidades latinoamericanas y nicaragüenses eran: la enseñanza orientada a las profesiones, la descentralización de la enseñanza mediante la creación de facultades y decanatos separados entre sí, la erradicación de la Teología, la separación entre los centros dedicados a la investigación y las facultades orientadas a la enseñanza y el ascenso de las nuevas instituciones jurídicas.

Así, la Universidad Napoleónica vino a América como cualquier otro artefacto cultural para satisfacer las necesidades de modernización de las clases dominantes, dependientes económica y culturalmente de las metrópolis europeas. Fue el trasplante de un modelo académico que en Francia con Napoleón Bonaparte pudo haber tenido alguna justificación cultural y política, pero que en América, dado el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la época, se presentó en situación contradictoria y de ruptura respecto de las necesidades objetivas de los pueblos a que estaba destinada.
La clausura o nacionalización según países de algunas universidades coloniales y su transformación a napoleónicas fue así: 1833 México; 1839 Chile; 1854 Argentina; 1856 Perú, 1867 Colombia; 1868 Ecuador; 1879 NICARAGUA y 1888 Venezuela.

En Nicaragua, el 3 de abril de 1879, el Gobierno del General Joaquín Zavala emitió un decreto mediante el cual se reformaba el Modelo Académico de la universidad colonial basado en cátedras. A partir de entonces la Universidad se organizaría en facultades y decanatos.  El decreto del Presidente Zavala de 1879 inaugura en Nicaragua el Modelo Académico de la Universidad Napoleónica, cuyas características fueron: “el profesionalismo”; la enseñanza continuaba siendo la función fundamental de la universidad y “la descentralización de la enseñanza”, cada Facultad es una isla que atendía sus propios problemas.  
El decreto establecía universidades en León y Granada, y el régimen docente se organizaba en cuatro facultades, a saber: Ciencias y Letras, Derecho, Medicina y Farmacia y Ciencias Naturales, la que sustituía a la Teología.

Como es posible observar, casi todas las características del modelo académico de la Universidad Napoleónica trasplantado de Francia para Nicaragua en 1879, siguen presentes en la universidad pública y privada del presente neoliberal en Nicaragua, 133 años después. Así de viejos y obsoletos son los modelos académicos de nuestras casas de estudios superiores en la actualidad.

Dancy Ribeiro al referirse a este tipo de Universidad en su obra La Universidad Latinoamericana, dice lo siguiente: “Recogimos su estructura pero no su contenido político de institución centralizadora y unificadora de Francia desde el punto de vista cultural; recogimos el profesionalismo, la descentralización de la enseñanza, la erradicación de la teología y el culto hacia las nuevas instituciones jurídicas que regulaban al régimen capitalista, pero éstas, trasplantadas, no crearon la aceleración evolutiva, sino que perpetúan los intereses del patronato colonial. Se trató de una universidad patriarcal que preparaba a los hijos de los hacendados, de los comerciantes y de los funcionarios para el desempeño de cargos políticos y las funciones prestigiosas de las profesiones liberales”.

* El profesor De Castilla es autor de Universidad y Sociedad en Nicaragua (1980, dos tomos); La Universidad contra la Universidad (1998) y La Reforma Universitaria Troya y mi idea de Universidad (2008).