jueves, 26 de septiembre de 2013

Así nació la idea de la Consulta

Con motivo de la celebración el pasado 23 de agosto, del treinta y tres Aniversario del final de la Cruzada Nacional de Alfabetización, el Dr. Juan Bautista Arrien, al hacer memoria en diferentes medios de esa gesta educativa y cultural de la Revolución Sandinista, destacó un hecho de gran importancia histórica en el recorrido reciente de la educación nicaragüense, como fuera la Consulta Nacional para la definición de los Principios, Fines y Objetivos de la Nueva Educación.

Tiene mucha razón Juan Bautista al situar a la Consulta a la par y como parte de la epopeya de la Alfabetización, pues esta fue parte del ethos psicosociológico universal y envolvente de aquella. La Consulta no solamente dejó como legado el contenido de sus resultados, los que en su momento fueran considerados la máxima dirección para todo lo educativo formal, no formal e informal del país en estado de revolución, sino que también dejó un método de investigación social en manos de la dirigencia revolucionaria, para conocer en un momento dado, el pensamiento, estado de ánimo y necesidades subjetivas de la población nicaragüense.

Como muchas cosas en la vida, la idea de la Consulta surgió incidentalmente en el contexto de la lucha revolucionaria sandinista. La historia es la siguiente: en el verano de 1979, trabajábamos en el Consejo Superior Universitario Centroamericano (Csuca), en San José, un amplio grupo de profesionales nicaragüenses que después laboraríamos en diferentes cargos del gobierno revolucionario. Fue en esos días en que Carlos quien escribe elaboramos el Anteproyecto de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización.

Yo trabajaba en el Área de Educación del Consejo junto con otros colegas de la región con quienes sosteníamos entusiastas discusiones metodológicas. En una tarde de abril, Héctor Gertell, uno de los sociólogos del grupo, resumió la discusión de ese día así: existen experiencias sobre la determinación de necesidades objetivas de la población, el problema está en cómo determinar las necesidades subjetivas, a lo que yo le respondí: en Nicaragua, al triunfo de la Revolución, definiremos las necesidades subjetivas de la población nicaragüense en el campo educativo. ¿Acaso la Revolución no será para hacer posible lo imposible? Pregunté.

A partir de entonces, el tema de las necesidades subjetivas y cómo determinarlas se transformó en una obsesión para mí. Días después de esa plática, viajé a Ciudad Guatemala a discutir un Proyecto de Investigación sobre grupos organizados y educación en Centroamérica con los sociólogos franceses Francois Bernede y Guy Leboterf, del Proyecto Red de Unesco. Al margen de la plática sobre el objetivo de mi visita, les planteé la idea sobre las necesidades subjetivas y la demanda de apoyo financiero y metodológico de parte de Unesco para la actividad, una vez que triunfara la insurrección sandinista. Posteriormente le hice igual pedido a Daniel Camacho Monje, Secretario General de Flacso y Guillermo Molina Chocano, Secretario General adjunto del Csuca.

La revolución triunfó el 19 de julio y la dirección revolucionaria me nombró Viceministro de Planificación y Política Educativa. Cuando las cosas se estabilizaron, después de los primeros días, presenté al Ministro Tünnerman la idea de la Consulta, la que después de aprobada, por su naturaleza pasó a ser una tarea del Viceministerio a mi cargo, específicamente de la Dirección de Planificación, cuyo director era precisamente el Dr. Juan Bautista Arrien.

La consulta fue apoyada metodológica y financieramente por el Proyecto Red–Unesco, Flacso y el Csuca. A través de este apoyo vinieron a Nicaragua investigadores sociales de Panamá, Costa Rica, El Salvador y México. Después de arduo trabajo de validación, el cuestionario de la consulta quedó con 55 preguntas. La consulta fue realizada en el verano de 1981.

Hoy aquel hecho, no solo está sembrado en el desarrollo histórico contemporáneo de la educación nicaragüense, sino que su metodología sigue siendo actual, como lo demuestra la Gran Consulta Nacional del Currículo de la Educación Básica y Media Regular y no Regular, realizada por el Mined entre marzo del 2007 y marzo del 2008 y aplicada a 17,500 maestros, padres y madres de familia de todo el país.

* Sociólogo – Profesor UNAN – Managua.

migueldecastilla68@hotmail.com

jueves, 12 de septiembre de 2013

Elogio a la Investigación en la UNAN-Managua

En mayo de 1990 fue electo Alejandro Serrano Caldera, Rector de la UNAN-MANAGUA. Meses después me nombró como primer director de la Dirección de Investigación de la Universidad. Para el desempeño del cargo asignado mi propuesta a Alejandro fue, no solo continuar con ese hábito ganado durante la Revolución Sandinista como eran las JUDC estudiantiles, sino crear en la Universidad una nueva instancia académica para que los profesores e investigadores de la UNAN-MANAGUA y del país, tuviéramos un lugar donde presentar los resultados de nuestras investigaciones.

El antecedente de la idea fue el siguiente. Durante los años ochenta los profesionales nicaragüenses contábamos con un espacio académico en el que presentábamos los hallazgos de nuestro trabajo investigativo, como eran los Congresos temáticos de la CONAPRO Héroes y Mártires. Con la interrupción del ciclo revolucionario en 1989, toda la actividad de la CONAPRO, también y por la misma razón, entró en crisis y colapsó. Ante esta situación, algo teníamos que hacer para no perder la experiencia ganada y darle continuidad a la misma. De esa necesidad y esa urgencia surgió la idea de los Congresos Científicos Nacionales de la UNAN- MANAGUA, los que veinte y dos años después, en estos días, celebran su XVIII Congreso.

El Primer Congreso Científico Nacional de la UNAN- Managua, se realizó entre el 4 y el 7 de marzo de 1991. Una característica del mismo fue que los casi setenta informes de investigación que se presentaron, eran en los campos de las ciencias naturales, la mayoría del Centro de Investigaciones de los Recursos Acuáticos- CIRA, y muy poca investigación en los campos de la Universidad según Facultades de la misma.

Hoy en los días del XVIII Congreso, la investigación ha crecido a tal nivel en la UNAN- Managua, que este fue organizado en cinco Congresos Temáticos, realizándose los mismos en las nueve Facultades disciplinarias y territoriales de la Universidad. Siguiendo un orden cronológico, los Congresos tuvieron como marco las siguientes áreas: Innovación Agropecuaria en la FAREM- Matagalpa, el 25 y 26 de abril; Medio Ambiente en la FAREM- Estelí, 19 y 21 de agosto; Agroindustria e Innovación en la FAREM- Chontales el 22 de agosto; Educación y Desarrollo Humano, en el RURD – Managua, el 23 de agosto y Salud y Nutrición en la Facultad de Medicina- Managua el 5 de septiembre, todos del 2013.

Comparado con el Primer Congreso, los cambios no lo son solamente respecto a la ampliación del universo de los temas de investigación y el número de informes presentados, sino que también al tipo y experticia de los investigadores. Hoy la mayoría de los investigadores son profesores de las nueve Facultades de la Universidad, y lo mejor de todo, es que son profesores jóvenes.

Quedan pendientes al menos dos líneas de acción. La primera es de sistematización horizontal cuanti-cualitativa de lo alcanzado en los cinco Congresos, y el apoyo financiero y promoción de los investigadores, especialmente de los jóvenes, que como tales deberán ser el fermento del cambio y transformación del Modelo Académico Profesionista de la Universidad en el futuro.

La segunda línea de acción tiene que ver con esto último. En la UNAN-Managua y en todas las Universidades miembros del CNU, hay que avanzar de la Investigación en la Universidad a la Investigación Universitaria, entendida esta última, como aquella investigación que articulada al currículum de la función docente, realizan profesores e investigadores conjuntamente con los estudiantes, y que produce como resultado no solo nuevos conocimientos sobre lo real concreto, sino que a la par y conjuntamente produce nuevos aprendizajes, y prepara a los futuros profesionales para su educación permanente y para toda la vida a través de la investigación.

Para finalizar, una pregunta: ¿por qué los Congresos de la UNAN- Managua perdieron el calificativo de Congresos Nacionales? De los cinco Congresos sectoriales del XVIII Congreso, cuatro fueron considerados Nacionales ¿Por qué el Congreso que los conglomera a todos no se considera a sí mismo como Congreso Nacional? Muchos de los participantes en los Congresos de la UNAN–Managua pertenecen al Gobierno y otras Universidades del país, entonces, ¿cuál es la pena?

 



* Sociólogo -profesor UNAN- Managua.