jueves, 23 de mayo de 2013

La ideología magisteriocentrista

La calidad de la educación, no solamente es una construcción social compleja, y que por serlo es de difícil aprehensión teórica y metodológica, sino que también es una categoría relativa, imposible de conceptualizar en términos generales, que sirva a todas las personas, clases, sectores sociales o instituciones, para todos los países y todas las épocas.

Asumir la calidad de la educación como una construcción compleja, multivariable y multicausal, y en la que en el proceso de su producción intervienen múltiples factores exógenos y endógenos, es radicalmente diferente y opuesto, a la posición promovida por un sector de la inteligencia educativa en nuestro país, que esgrimiendo una ideología que por su reduccionismo podríamos llamar magisteriocentrista, concentra su atención en los maestros y maestras señalándolos de ser los únicos responsables de la calidad de la educación.

Como si en estas personas, cuyo oficio es ser docentes, se realizara este constructo social, y como si los estudiantes, que es en quienes sí se realiza el mismo, pasaran las veinticuatro horas del día bajo el mismo techo y compartiendo la misma mesa de sus maestros y maestras, sin la intervención de ningún otro factor, interno o externo, a la relación de quien aprende y quien enseña.

Entiéndase, no afirmamos que el factor docente no sea importante. Claro que lo es. Si afirmase lo contrario sería negar mis cincuenta y un años de vida en el magisterio. El problema es que junto al maestro y la maestra existen muchos otros factores de todo tipo, que facilitan u obstaculizan el proceso de aprendizaje de los estudiantes y por ende el proceso de enseñanza de los maestros.

Los factores externos al proceso enseñanza-aprendizaje en el aula de clases son más, mucho más, que los propios padres y madres de familia, yendo desde el propio estudiante como unidad biológica, psicológica y sociológica, hasta el origen social de clase de sus padres y por ende el tipo de colegios al que asisten sus hijos, y los factores endógenos o internos a la vida escolar, que son más, mucho más, que solamente los propios maestros, yendo desde el currículum y su pertinencia hasta el número de horas que el estudiante asiste a la escuela y comparte con sus maestros y sus compañeros de clase la experiencia de aprender.

Así las cosas, diario cuando una niña, un niño o un adolescente van camino a la escuela, él o ella cargan consigo, junto a sus cuadernos en la mochila, una determinada cantidad de insumos objetivos y subjetivos de carácter cognitivos, afectivos y actitudinales, que le preparan a desaprender, reafirmar viejos aprendizajes o aprender, bien o mal, nuevos contenidos culturales para ser convertidos en nuevos aprendizajes.

De la cantidad y calidad de esos insumos de entrada al proceso educativo, va a depender en mucho la cantidad y calidad de esos aprendizajes, los que después se van a reflejar no sólo en las calificaciones en el boletín escolar del o la estudiante, sino también en sus diferentes tipos o niveles de actuación en la vida personal, familiar y social, y aún más en la vida futura del o la estudiante, en su tránsito camino a su educación permanente.

Estos son algunos de los factores exógenos productores de calidad en el campo de la educación escolarizada. No obstante en el proceso enseñanza-aprendizaje no participan solamente insumos externos a las instituciones educativas, sino también internos a las mismas, entre los cuales se encuentran, obviamente, los maestros y maestras.

Así las cosas, cuando esos niños, niñas y adolescentes cruzan el umbral de sus centros educativos, con lo primero que se van a encontrar antes de llegar al aula de clases a reunirse con su maestro o maestra, va a ser con los carteles que recuerdan obediencia a las normas y reglamentos disciplinarios de la administración escolar. Ahí comienza a construirse la calidad de su educación. Después vendrán las notas en conducta, los Actos de Graduación, las Leyes de Tránsito y el Estado de Derecho.


* Profesor UNAN-Managua

jueves, 9 de mayo de 2013

Manipulando al magisterio desde la derecha

El tema de este año de la Semana de Acción Mundial por la Educación, celebrada durante la semana pasada en más de cien países de todos los continentes, le cayó como anillo al dedo a quienes desde la derecha en nuestro país, han tomado a maestras y maestros como bandera, para artera y falsamente manipularlos y hacer oposición al gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

En efecto, la Semana de Acción Mundial este año fue dedicada a maestros y maestras, con el lema “Todo niño y niña necesita una maestra o maestro”. Un verdadero flan de caramelo para quienes desde sus medios, persistentemente sostienen que la educación es principio y fin de todo lo vivido y que los maestros y maestras somos factor fundamental de la calidad de la misma, para paso seguido presionar al Gobierno a incrementar el sueldo y ofrecerle capacitación a maestros y maestras, como si éste ignorara estas dos obligaciones, y como si los gobiernos, a cuyos partidos y organismos pertenecen estos actores sociales, hubiesen elevado constantemente los sueldos, y hubiesen creado algún programa permanente y sostenible de formación y capacitación del magisterio.

Sólo dos datos para desmontar esta bomba cazabobos y desmantelar la mentira y la manipulación. Uno, en seis años (2007- 2013) el gobierno sandinista ha elevado entre 250 y 285 por ciento el sueldo de los maestros de educación primaria, pasando de 70 dólares mensuales, que era el sueldo de este tipo de maestros en el año 2006, a entre 230 y 270 dólares en la actualidad. Respecto a este tema, recuerdo la vez, que un grupo de Directores de Institutos Nacionales, miembros de una famosa Asociación de directores liberales, en febrero del 2007, paralizaran las instituciones a su cargo, exigiendo que se dejara sin efecto la decisión de desprivatizar la educación, dictada el 11 de enero de ese año, porque del cobro mensual a los padres de familia salía el aumento salarial de los maestros.

El otro dato u aspecto tiene que ver con la tan llevada y traída formación y capacitación del magisterio, como si no hubiese en la actualidad programas de este tipo en el país. En Nicaragua, a la par de las ocho Escuelas Normales, distribuidas en todas las regiones, con una matrícula de alrededor de 2,200 estudiantes; cinco universidades, la UNAN-Managua, la UNAN-León, la URACCAN, la BICU y la UNICA, profesionalizan (forman y capacitan), sábado a sábado, alrededor de 5,000 maestros y maestras a nivel nacional. Sólo la UNAN-Managua, tiene una matrícula de más de 3,000 estudiantes, que a su vez son maestros, en Managua, Jinotepe, Chontales, Matagalpa y Estelí en los Cursos Sabatinos de Profesionalización.

A la par de esto la GGTEN-ANDEN con la Universidad Paulo Freire, ha graduado a 350 maestros con nivel de Máster en el campo de la educación y el IDEUCA ha formado a todo el sistema de Consejería Escolar y en la actualidad imparte un diplomado en Matagalpa. Conjuntamente con esto, el Ministerio de Educación y la Facultad de Educación e idiomas de la UNAN Managua, realizan un Diplomado a tres mil quinientos maestros para el Mejoramiento de la Calidad de la Educación, y una vez cada mes, un TEPCE, esa creación nicaragüense orientada a elevar la calidad de la educación durante la Revolución Sandinista, es dedicado masivamente a la capacitación del magisterio.

Todo este recorrido informativo sobre el sueldo y la formación y capacitación del magisterio en la actualidad, se ha hecho, para situar en su justa medida, sin mentiras, manipulaciones, ni demagogia a la problemática magisterial nicaragüense.

Nadie puede afirmar que no hay problemas salariales y de capacitación de maestros y maestras en nuestro país, claro que los hay. El magisterio nicaragüense, históricamente, ha sido uno de los de más bajo salario en América Latina y el Caribe. Lo falso y manipulador es, que el gobierno esté cruzado de brazos frente a esta problemática, como pasó, y ahí están los datos para demostrarlo, con los tres gobiernos de la derecha neoliberal en el reciente pasado.

* Profesor UNAN–Managua