jueves, 29 de octubre de 2015

Los congresos internacionales del Mined

Al asumir el Frente Sandinista el Gobierno de la República en el 2007, la orientación general de la política educativa era transformar el modelo de educación venido del neoliberalismo, privatizador y excluyente, propósito para el cual había que trabajar duramente para fundar una educación pública, gratuita y de calidad. Por ello, la batalla ha sido, tanto en la cancha de la lucha por la gratuidad, objetivo que no se lograba solamente con no cobrar en las escuelas, sino que también proporcionando a los estudiantes alimentación, libros de texto, computadoras, zapatos, uniformes y mochilas escolares gratuitas, como en la cancha de la calidad, lo que implicaba no solo la elaboración de un nuevo currículo, sino que también la renovación de enfoques, investigación y principalmente la formación y capacitación continua y permanente de los educadores.
Después de pasar todo el 2007, luchando en cada centro educativo y cada aula de clase de la educación pública, en contra de la mentalidad mercantilista orientada a los cobros por matrícula y mensualidad a los estudiantes; el Mined bautizó el 2008 con el lema: ¡Y ahora vamos por la calidad! Esto significaba que, en tanto ya se habían removido los obstáculos para que la población empobrecida viniera a la escuela sin problemas, ahora de lo que se trataba era de que a esa avalancha de nuevos estudiantes que se incorporaba a las escuelas se les diera la mejor calidad de educación posible.
El problema de la calidad de la educación y su solución no es coyuntural ni es una moda pasajera, motivo por el cual el ¡Y ahora vamos por la calidad! era y es una apuesta y un desafío permanente, igual que el sentido más profundo de toda educación, que es permanente y para toda la vida. En este orden, los congresos internacionales del Mined, desde el primero realizado a fines de julio y dedicado a examinar las líneas o rutas de política educativa, hasta los últimos dedicados al bullying y a las escuelas normales, todos apuntan a la elevación permanente de la calidad de la educación, principal objetivo gubernamental en la presente etapa.
Los congresos internacionales del Mined realizados en este 2015, son eventos en los que expositores extranjeros se dividen la tarea de presentar, unos el estado del arte sobre la teoría respecto al tema en cuestión, y otros la experiencia y buenas prácticas en sus países de origen respecto al mismo tema. Después de las conferencias, los participantes, que en algunos casos son verdaderas asambleas de más de trescientas personas, se dividen en grupos de trabajo, para debatir con base en guías de discusión preparadas con antelación y sacar conclusiones, aprendizajes y recomendaciones para el mejoramiento de la calidad educativa en el sector objeto de estudio, sea en las escuelas con la modalidad de Multigrado, en las escuelas de la Educación Especial, en los Centros de Formación Docente en Escuelas Normales y Universidades, o sea las recién creadas Consejerías de las Comunidades Educativas respecto al tema del bullying.
Todo apunta a ir, estratégicamente, con un horizonte de mediano y largo plazo, sin pausa ni descanso, creando una cultura del cambio, y la transformación de la educación desde adentro de la misma, en tanto en estos eventos participan no solo los actores que están en el terreno en la actividad educativa directa, sino que también los directores y profesores de las Escuelas Normales y los coordinadores de TEPCEs, quienes se encargan de diseminar entre los estudiantes normalistas y los miembros de las comunidades educativas, las lecciones aprendidas tanto a través de las conferencias de los expositores, como de los debates en los trabajos en grupo.
Es el avance en las dos canchas o carriles, por un lado profundizando la gratuidad de la educación sin pagar por el derecho a estudiar, y por el otro, elevando la calidad de la educación, avanzando a la meta, de hacer de la educación nicaragüense una educación pública gratuita y de calidad.

*Secretario Permanente de la Comisión Nicaragüense de Cooperación con la Unesco.

jueves, 22 de octubre de 2015

El bullying, las familias, la televisión y las escuelas

En un artículo anterior afirmábamos que el lugar en que se originan y generan los valores, los antivalores y por lo general los comportamientos sociales es en el seno familiar, ese lugar de socialización y encuentro de padres y madres, hermanos, tíos y abuelos. Las escuelas, igual a las paradas de buses, los lugares de trabajo o los centros de prácticas religiosas, son los lugares en que se expresan y ponen en práctica los mismos, y en su propia dialéctica, se enriquecen, expanden, profundizan, perfeccionan y convierten en hábitos sociales, usos y costumbres, en suma, en eso que llamamos cultura nacional, o sea la manera de ser de una sociedad históricamente determinada.
Muchos nos preguntamos, porqué tanta basura en causes, calles, cunetas, carreteras y en todos los espacios públicos. Tantas campañas, tanta propaganda en favor de lo sano, lo bonito y del buen vivir, pero nada. Mil esfuerzos y dinero del Gobierno de la República y las alcaldías, pero como si nada. No se produce el cambio social frente a lo sucio y lo feo.
Todo se inicia en la casa. Quien aprendió a ser limpio en su casa, en y con su familia, va a ser limpio en la calle y en todos los espacios fuera de la casa. Va a ser limpio siempre. Cuando ese niño de hoy aprende a ser limpio en su hogar, mañana --cuando forme familia en el futuro-- seguramente enseñará a sus hijos a ser limpios. Así funciona el proceso de reproducción social. Las virtudes del buen vivir que se aprenden en la casa, serán mañana las virtudes del buen vivir en las prácticas ciudadanas de todos en todos los lugares.
El tema de la violencia en la escuela o bullying es igual al de la basura, no se origina en la escuela, pero se manifiesta en ella, igual en otros espacios de la vida social. Su lugar de origen es el mismo: la familia. Múltiples estudios de casos sobre este tema a nivel internacional, demuestran la relación existente entre conductas agresivas de algunos estudiantes y la precariedad del estado de las relaciones intrafamiliares en sus hogares.
Un actor social que subrepticiamente está presente en la vida familiar y que contribuye a legitimar las relaciones violentas en los senos familiares es la televisión.
En efecto, muchos canales de televisión, ahora acompañados de algunos ingredientes cibernéticos, conjuntamente con la ausencia de familias educadoras, van a ir conformando un sistema en el que los antivalores surgen como hongos, y van a expresarse en comportamientos no deseables entre los que sobresale la violencia en todas sus manifestaciones y colores. Las telenovelas sobre narcotráfico y las series y películas explícitamente dedicadas a promover la violencia, presentadas en todo el dial televisivo desde las cinco de la tarde, van a ser un contribuyente decisivo en la forja de comportamientos violentos, especialmente en la población infantil y juvenil. Después estas conductas pasan intactas, sin ninguna mediación, a las aulas de clase y espacios escolares.
En Nicaragua, en las escuelas los maestros enseñamos y promovemos las buenas relaciones entre los estudiantes, “aprender a convivir” es uno de los cuatro pilares de la educación, no obstante, cuando los estudiantes después de clases retornan al seno familiar y encienden el televisor lo que aparece en la pantalla es sangre, gritos y violencia, en especial noticieros televisivos y radiales cuyo énfasis es la violencia intrafamiliar.
En este orden la lucha contra el bullying, a la vez que debe ser permanente e ir más allá de una campaña, de cara a crear tenazmente una cultura de paz y tranquilidad en las escuelas y la sociedad, debe involucrar a todos los actores creadores y diseminadores de valores, esto es: las familias, las escuelas y los medios de comunicación en especial la televisión. Si uno de ellos no asiste a este esfuerzo es poco lo que podemos hacer los maestros en las escuelas. Así de simple.
*Secretario Permanente de la Comisión Nicaragüense de Cooperación con la Unesco.

jueves, 8 de octubre de 2015

La Complejidad de la Formación Docente

Hablar de educación en cualquier país hoy, es hablar de su calidad. Siendo esta un constructo social, a su proceso concurren articuladamente un conjunto de factores exógenos y endógenos a la vida escolar, entre los que sobresalen: el contenido de lo que se enseña y se aprende (el currículum), los y las docentes que administran y gestionan esos contenidos desde su programación hasta su evaluación, y los propios estudiantes, como sujetos de aprendizaje y de su propio aprendizaje, incluidos su familia y su entorno económico y social.
Respecto al factor docente, recientemente, los días 30 de septiembre y primero de octubre pasado, se realizó en nuestro país un Congreso Internacional de Formación Docente con la participación como expositores en esta área del conocimiento educativo, de expertos de Cuba, Perú, Argentina y de organismos especializados del Banco Mundial y la Unesco y con la participación como talleristas de todos los cuadros dirigenciales del Mined a nivel institucional y territorial, directores y docentes de centros educativos y de las escuelas normales, coordinadores de TEPCEs y dirigentes y docentes de las facultades de educación del país.
Sobre la cuestión docente en Nicaragua, América Latina y el mundo mucho se ha investigado, se ha escrito y se ha hablado. Es un tema de difícil abordaje y tratamiento dada la variedad de sus múltiples caras y facetas, distribuidas en un amplio abanico, que van desde el reclutamiento y selección del personal, hasta su evaluación, pasando por su remuneración salarial y atención, cuidado y desarrollo profesional, formación, capacitación y promoción.
De lo anterior se deriva que la problemática docente, como fundamental para la elevación de la calidad de la educación, no se resuelve solamente con más y mejores programas de formación y capacitación. Es más, mucho más compleja. No obstante, si del conjunto antes mencionado, solamente con propósitos de análisis, aislásemos el componente de la formación y le convertimos en objeto de estudio, éste también presenta su propia complejidad cuyos componentes fundamentales son los de todos procesos formalizados de educación, esto es: un currículo o planes de estudios; los docentes llamados también para este caso formadores de formadores, y los estudiantes futuros maestros o profesores.
Sobre el currículo normalista o de las facultades de educación. Igual, una amplia bibliografía aconseja que hacer de acuerdo a los diferentes contextos. Sobre este tema, para el caso de Nicaragua y de muchos de los países de América Latina y el Caribe, antes que los futuros docentes aprendan las artes de la didáctica y de cómo enseñar, nuestro criterio es que lo primero de lo primero debería de ser que conozcan a profundidad el contenido de lo que van a enseñar. Esto es así para los docentes de todos los niveles, incluso universitarios. En Perú y Guatemala, recientemente se les administró a maestros de sexto grado, los mismos exámenes que ellos le habían practicado a sus estudiantes y los resultados fueron igual o peor que el de estos, especialmente en matemáticas y español.
Respecto a los docentes de las escuelas normales y de las facultades de educación, Nicaragua cuenta con una fortaleza muy grande. En los últimos años, con el apoyo de la Coordinadora Educativa y Cultural de Centroamérica la CECC-SICA, la mayoría de los profesores de las escuelas normales han realizado estudios de Maestría. Igual ha pasado y está pasando con los profesores de las facultades de educación. Lo que queda pendiente en este campo es un problema que es común a todos los que ejercemos el magisterio en nuestro país, y que trasciende a la academia y al régimen de estudios en cualquier universidad, me refiero especialmente a la fragilidad de la actitud y el compromiso de muchos de nosotros con el sentido de nuestro quehacer y de la profesión magisterial en general.
Respecto a los estudiantes de magisterio, pienso que Nicaragua cuenta con una cantera extraordinaria en su juventud, que eventualmente podría ser transformada en un poderoso movimiento magisterial de cara al porvenir. Todos los movimientos juveniles de la Juventud Sandinista y la Federación de Estudiantes de Secundaria. Movimientos culturales, deportivos, ecológicos. De comunicadores, alfabetizadores y de alumnos monitores, etc., son tierra fértil para la construcción del magisterio nicaragüense del futuro. Los programas de formación docente de los años venideros deberán contar con la juventud nicaragüense. Con su actitud proactiva, entusiasta, solidaria y progresista ya tenemos ganada la mitad de la batalla.
*Secretario Permanente de la Comisión Nicaragüense de Cooperación con la Unesco.