jueves, 19 de junio de 2014

Debatiendo el currículo

La presentación reciente de algunos estudios sobre educación y empleo dio pie para que dirigentes de los sectores privados relacionados con la educación, expusieran públicamente sus criterios en días pasados, sobre lo que consideran y demandan debería ser el currículo de la educación nacional conforme sus intereses y necesidades. Con este artículo, deseamos participar en el debate de cara a hacer algunos deslindes y precisiones.
En el artículo "Escuela nica debe formar a más líderes", publicado el 3 de junio en otro periódico nacional, una redactora inicia su crónica con esta afirmación: "La formación en la escuela primaria y secundaria es "mecanizada" y su currículo no se transforma desde hace ocho años". Una metáfora fallida y un error histórico. ¿Formación mecanizada? Querrá decir formación o educación memorista, acrítica, poco analítica e irreflexiva. Porque eso de calificar a la educación como mecanizada, pareciera que se refiere a algún artefacto propio de la física y no a un proceso social como la educación.
¿Y cómo es eso de que el currículo no se transforma desde hace ocho años? Quizás se refiere a otro país fuera del planeta Tierra, porque desde febrero del 2009, Nicaragua cuenta con un nuevo currículo para la Educación Básica y Media, el cual fue consultado a 17,500 personas.
En otro artículo, la periodista afirma: “Para resolver el problema escolar de Nicaragua no basta con articular todos los subsistemas educativos”. Y más adelante afirma: "También se tiene que revisar el currículo que se desarrolla en la primaria, secundaria y superior". Error teórico. Precisamente lo que se presenta desarticulado y causa tantos problemas y desencuentros y hay que articular, son los currículos de las educaciones preescolar, primaria, secundaria y terciaria. Es a través de la articulación de los currículos, que se logra alcanzar la articulación del sistema escolar.
En la actualidad, los currículos de la educación preescolar, primaria y secundaria integran un ‘continum’ desde lo más elemental hasta lo más complejo en todas las asignaturas.
El título del artículo citado incluye un error conceptual de carácter genético; en tanto, hablar de currículo cambiante implica en sí mismo una contradicción. En las circunstancias actuales de la revolución científica y técnica, cuando los conocimientos en muchas ciencias mudan cada 77 días, no se puede concebir un currículo escrito en piedra. Al contrario, característica fundamental de los mismos es su sentido dialéctico y su flexibilidad. Por ello, el Currículo Nacional Básico de nuestro país dedica el 70% a los contenidos básicos y el restante 30% para la adecuación curricular, según las necesidades territoriales económicas y sociales.