La presentación reciente de
algunos estudios sobre educación y empleo dio pie para que dirigentes de los
sectores privados relacionados con la educación, expusieran públicamente sus
criterios en días pasados, sobre lo que consideran y demandan debería ser el
currículo de la educación nacional conforme sus intereses y necesidades. Con
este artículo, deseamos participar en el debate de cara a hacer algunos
deslindes y precisiones.
En el
artículo "Escuela nica debe formar a más líderes", publicado el 3 de
junio en otro periódico nacional, una redactora inicia su crónica con esta
afirmación: "La formación en la escuela primaria y secundaria es
"mecanizada" y su currículo no se transforma desde hace ocho
años". Una metáfora fallida y un error histórico. ¿Formación mecanizada?
Querrá decir formación o educación memorista, acrítica, poco analítica e
irreflexiva. Porque eso de calificar a la educación como mecanizada, pareciera
que se refiere a algún artefacto propio de la física y no a un proceso social
como la educación.
¿Y cómo es
eso de que el currículo no se transforma desde hace ocho años? Quizás se
refiere a otro país fuera del planeta Tierra, porque desde febrero del 2009,
Nicaragua cuenta con un nuevo currículo para la Educación Básica y Media, el
cual fue consultado a 17,500 personas.
En otro
artículo, la periodista afirma: “Para resolver el problema escolar de Nicaragua
no basta con articular todos los subsistemas educativos”. Y más adelante
afirma: "También se tiene que revisar el currículo que se desarrolla en la
primaria, secundaria y superior". Error teórico. Precisamente lo que se
presenta desarticulado y causa tantos problemas y desencuentros y hay que
articular, son los currículos de las educaciones preescolar, primaria,
secundaria y terciaria. Es a través de la articulación de los currículos, que
se logra alcanzar la articulación del sistema escolar.
En la
actualidad, los currículos de la educación preescolar, primaria y secundaria
integran un ‘continum’ desde lo más elemental hasta lo más complejo en todas
las asignaturas.
El título del artículo
citado incluye un error conceptual de carácter genético; en tanto, hablar de
currículo cambiante implica en sí mismo una contradicción. En las
circunstancias actuales de la revolución científica y técnica, cuando los
conocimientos en muchas ciencias mudan cada 77 días, no se puede concebir un
currículo escrito en piedra. Al contrario, característica fundamental de los
mismos es su sentido dialéctico y su flexibilidad. Por ello, el Currículo
Nacional Básico de nuestro país dedica el 70% a los contenidos básicos y el
restante 30% para la adecuación curricular, según las necesidades territoriales
económicas y sociales.