jueves, 14 de junio de 2012

Los modelos académicos como procesos

Los Modelos Académicos Universitarios en el interior de las universidades no funcionan solamente como conjuntos en círculos virtuosos de permanente retroalimentación y comunicación sistémica, sino también como procesos, y como tales, en orden cronológico y de precedencia, se dividen en dos etapas: una etapa de producción del conocimiento científico a través de la investigación, y la otra continuada y ascendente, de diseminación, transmisión y aplicación del conocimiento producido a través de la docencia y la vinculación con el entorno económico y social.

Ejemplo: en los campos de las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales se investiga y se producen nuevos conocimientos y posteriormente estos se enseñan, se reelaboran y se convierten en aprendizajes y experiencias en el salón de clases, el laboratorio, el taller o el terreno de las prácticas sociales. Es un continuum permanente: conocimiento producido (investigación), aprendizaje de los estudiantes en las aulas de clase (docencia) y aplicación en la vida social y productiva (extensión) como un movimiento eterno, sin cortes, ni rupturas.


No obstante, las relaciones de continuidad entre los productos de la investigación y las actividades de docencia y de vinculación con el entorno en el interior del Modelo Académico, en la práctica histórico-social, no se dan de manera diáfana y sin tropiezos, en virtud del cual todo conocimiento como producto investigativo, pasa de las manos de los investigadores (investigadores profesionales, docentes y estudiantes investigadores) a las manos de los profesores en las aulas de clases para convertirse en aprendizaje y/o a las actividades de vinculación con el entorno (extensión) para convertirse en bien o servicio social, sino que por el contrario, como producto de un conjunto de factores endógenos y exógenos al Modelo Académico, que la investigación científica debe determinar en cada caso, estas relaciones de continuidad están permanentemente expuestas a la ruptura, la discontinuidad, la separación, la desarticulación y la fragmentación.

Respecto a esta situación, es común escuchar el desaliento de los investigadores universitarios acerca de que los resultados de sus esfuerzos investigativos, la mayoría de las veces se quedan en las estanterías sin publicarse, ni debatirse, ni mucho menos convertirse en temas de estudio en las salas de clase o aplicarse en la solución de los problemas de la economía y la sociedad.

La preeminencia de la universidad centrada en la enseñanza, ha sido uno de los factores que ha separado los resultados de los procesos de investigación de las otras funciones universitarias y que ha provocado el empobrecimiento de todas las funciones y por ende de los Modelos Académicos Universitarios. Las consecuencias del desencuentro de la investigación respecto a las otras funciones universitarias es posible observarlas, tanto en las relaciones internas de la institución universitaria, como en las relaciones externas de esta con su entorno económico y social.

Respecto a las relaciones en el interior de las universidades hay ruptura y separación entre las Ciencias y las Humanidades y/o entre las ciencias que se enseñan en el aula de clases y las ciencias de las cuales parten los investigadores en los procesos investigativos particulares. Hay desencuentro también entre las teorías de las Ciencias Sociales y Naturales y sus métodos de investigación y enseñanza. Igual pasa con las ciencias particulares de una misma rama, por Ejemplo la Sociología, la Demografía y la Economía en las Ciencias Sociales; de igual forma, a lo interno es posible observar la brecha en las relaciones entre profesores e investigadores de una misma área, de una misma disciplina, de una misma carrera, de un mismo departamento o de una misma facultad.

Referente a las relaciones externas de la universidad con los sectores económicos y sociales, la situación de separación y ruptura es igual. Hay desencuentro entre las carreras que ofrecen las universidades y las demandas del mercado, o entre las carreras, las investigaciones y la extensión social y las necesidades de la población en situación de pobreza, los sectores productivos y los procesos de modernización del aparato estatal.

Sobre todos estos desencuentros y entuertos, la investigación que asume a la universidad como objeto de estudio, debe dar cuenta para su atención y constante perfeccionamiento.

* Profesor de Sociología de la Educación, UNAN-Managua
migueldecastilla68@hotmail.com