jueves, 31 de enero de 2013

Articulando el sistema educativo

Juan Bautista Arríen nos recordaba recientemente que el primero que mencionó en Nicaragua la necesidad de articulación entre educación Secundaria y Educación Superior fue Guillermo Rosales Herrera, en un ensayo publicado en 1977, en nuestra obra colectiva titulada Educación y Dependencia, en la que por vez primera publicara mi ensayo “La Educación en Nicaragua: Un caso de Educación para el desarrollo del subdesarrollo”.

Posteriormente, la preocupación sobre la necesidad de la articulación de los currículos de la Educación Secundaria y de las universidades, especialmente en matemáticas y español, fue puesta en evidencia durante los debates para la elaboración del Plan Nacional de Educación 2001-2015, y en la Comisión de Articulación del Foro Nacional de Educación, que con la participación de 150 educadores, especialmente de las universidades del CNU, se realizara entre mayo de 2004 y mayo de 2006.

La primera vez que en la historia del Ministerio de Educación de Nicaragua se menciona la necesidad de la articulación, no solo del currículum de la Educación Secundaria y la Educación Superior, sino de todo el Sistema Educativo, incluyendo la Educación Extraescolar y el Subsistema Educativo Autonómico Regional, SEAR, fue con el actual gobierno sandinista, cuando en 2007 se aprobó una línea de Política Educativa con el nombre de: Todas las Educaciones.

Entre muchas actividades relacionadas con esta política, sobresale una, que por sus consecuencias, a favor de la joven población estudiantil, cobra mucha importancia en estos días que se debaten y se formulan propuestas de todo tipo, referido a los aplazados en matemáticas y español en los exámenes de admisión en las universidades públicas.

A esa actividad, que se realizara en los años 2008 y 2009, se le llamó Programa de Intervención Curricular Mined-Universidades. Esta experiencia inédita, patrimonio intelectual y espiritual de este gobierno, fue como sigue: en enero del 2008, como todos los años, las universidades públicas dieron a conocer los resultados de los exámenes de admisión realizados a fines de 2007.

Los resultados fueron iguales a los de todos los años precedentes: solamente el dos por ciento de los estudiantes que se presentaron a examen habían aprobado la asignatura de Matemáticas. La avalancha de críticas en contra del Ministerio de Educación y de sugerencias acerca de cómo enmendar las cosas no se hicieron esperar.

Ante esta situación, el Mined a fines de enero de 2008 invitó a los rectores de la UNAN-Managua, UNI y UNAN-León, a realizar una sesión de trabajo de un día, con la participación de los profesores de Matemáticas y Español, y con profesores de estas asignaturas de los últimos años de la mayoría de los institutos nacionales, a fin de que los primeros presentaran ante los segundos los resultados de los exámenes de admisión.

Producto de ese encuentro, por muchas razones extraordinario, se decidió crear dos Comisiones Mined-Universidades, una para Matemáticas y otra para Español, que se encargarían de elaborar los cuestionarios pertinentes para su administración en un primer examen diagnóstico a fines de febrero, a una muestra de estudiantes de quinto año de todo el país.

Los resultados produjeron información relevante sobre los vacíos que traían, con base en los cuales se prepararon dispositivos instruccionales para capacitar a los maestros y aplicárselos a los estudiantes en el período marzo-mayo.

Este procedimiento fue repetido en los meses de mayo, julio y septiembre de ese año, es decir: cuatro exámenes para diagnóstico y perfeccionamiento. El quinto examen cambió de naturaleza; fue el de los exámenes de admisión de 2008.

Los resultados en las tres universidades concernidas en el programa fueron del cuatrocientos por ciento más alto respecto al 2007, con un poco más del diez por ciento de aprobados en Matemáticas, y más del veinte por ciento en Español. En 2009 se repitió el procedimiento y los resultados fueron aún mejores.

* Profesor

migueldecastilla68@hotmail.com