El pasado lunes 8 de septiembre,
todos los pueblos del mundo, en especial las poblaciones empobrecidas,
convocados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, UNESCO, celebraron el Día Internacional de la Alfabetización
2014: bajo el tema “Alfabetización y Desarrollo Sostenible”.
Para
Nicaragua, ganadora del Premio Nadeska Kruskaya de la UNESCO y con una larga y
riquísima tradición en este ámbito, la alfabetización y la educación de jóvenes
y adultos han alcanzado plenos niveles de desarrollo y madurez, tanto a nivel
institucional, organizativo como metodológico.
Múltiples
hechos han contribuido a organizar y materializar esa madurez. La experiencia
de los años ochenta, no solo con la Cruzada Nacional de Alfabetización, sino
que también con todos los aprendizajes que dejara la posalfabetización y la
continuidad educativa en el Vice-Ministerio de Educación de Adultos (VIMEDA), y
la reciente Campaña Nacional de Alfabetización, de Martí a Fidel (2007-2009).
Esta campaña declaró a Nicaragua, territorio libre de analfabetismo, con todo lo
que esta significó en términos de la movilización organizada de la Juventud,
hasta culminar con el Informe de la Comisión Especial de Verificación de los
Resultados de la Martí a Fidel, encabezada por Juan Bautista Arríen en nombre
de la Comisión Nacional de la UNESCO e integrada por expertos del INIDE, la
UNAN-Managua, y la UNAN-León han sido decisivas para construir esta historia.
En este
año, el 8 de septiembre encontró a Nicaragua con la alfabetización y educación
de adultos como un subsistema organizado y construido, paralelo y de igual
naturaleza al de la Educación Básica y Media regular y en plena actividad
alfabetizadora, con 4,000 facilitadores y brigadistas voluntarios de
alfabetización y cerca de 6,000 maestros populares alfabetizando en 2,456 puntos
de alfabetización y 5,000 Círculos de Estudio de educación primaria y
secundaria. La matrícula es de 251,185 jóvenes y adultos, de los cuales 31,917
estudian en secundaria, en Tercero y Cuarto Ciclo Rural, y 121,454 estudiantes
jóvenes y adultos inscritos en la modalidad de Secundaria a Distancia (del
séptimo al decimoprimer grado), estudiantes en 482 centros, de los cuales 313
son rurales y 169 urbanos.
A la par
de todos estos esfuerzos y logros, en el Gobierno nicaraguense hay claridad
sobre el futuro de la alfabetización en Nicaragua, al reconocer que el
analfabetismo no va a desaparecer como enfermedad social del capitalismo con
campañas de alfabetización, sino con una política y una estrategia clara y
definida de atención a la Educación de la primera infancia y de la niñez con
las edades correspondientes a los primeros cuatro grados de la educación
formal; por ello a la par de la tarea alfabetizadora, el MINED realiza una
estrategia a profundidad en este tramo educativo, con el propósito de eliminar
la larva del analfabetismo en su propio nicho ecológico, ampliando a toda la
población de estas edades el acceso a la matrícula escolar, y elevando la
calidad de los aprendizajes respecto a las destrezas en lecto-escritura y
cálculo matemático de los estudiantes en los primeros grados de la educación
primaria.