jueves, 23 de agosto de 2012

Transformación curricular

Perdón, no es que la formulación de currículos como una simple tecnología, esté mal, no, no está mal, así enseñan a construir currículos en la mayoría de los cursos de Maestría sobre Currículo en América Latina desde la época de Benjamín Bloom en los años 60, lo que pasa es que después de la publicación de Aprender a Ser en 1972 y La Educación Encierra un Tesoro en 1996, de las dos comisiones internacionales de la Unesco, presididas por Edgar Faure y Jacques Dellors respectivamente, y el redescubrimiento de la educación como una función social permanente y eterna, ahora, en la actualidad, esa concepción es absoluta y radicalmente insuficiente.

En el terreno de la planificación y la programación educativa, como en tantos otros en los campos de la educación, tanto en el nivel local como internacional, dos concepciones, explicita e implícitamente, se encuentran enfrentadas, una es la que ve a la educación, especialmente a la Educación Superior y a la Educación Técnica y Profesional, como un conjunto de acciones encaminadas a la preparación para el empleo y el entrenamiento profesional, y la otra que concibe la educación como un proceso permanente, que acompaña a las personas desde que nacen hasta que mueren, y que este proceso, trasciende a la propia educación escolar y está presente en todos los espacios de la vida social y las relaciones sociales.

En este contexto según las tesis economicistas, el desarrollo económico de un país requiere recursos humanos calificados, y para ello, se afirma, el sistema de educación escolar, especialmente la educación técnica y la Educación Superior son los medios para responder a esas demandas.

Según esa manera de concebir la educación, común entre empresarios, políticos, educadores, intelectuales del campo económico y social y sociedad en general, todo el debate educativo va a tener como referentes las necesidades de la economía, las empresas y los empresarios y su relación con las necesidades de formación y capacitación de los jóvenes.

El supuesto que está detrás de estas urgencias, es el de que a mayor nivel de educación, eso es bueno para las empresas y mayores son las posibilidades de encontrar empleo mejor remunerado.
En este contexto, la lucha de estudiantes y padres de familia es por los diplomas, títulos o certificados que garanticen las posibilidades de la ubicación laboral en el mercado de trabajo, haciendo a un lado e ignorando la búsqueda de aprendizajes relevantes para aprender a ser, aprender a aprender, a hacer y convivir que son las claves de la calidad de la educación hoy.

Esta manera de ver la educación como un entrenamiento para el empleo y la vida laboral, no se da de manera natural y sin escollos, en donde las empresas están esperando a los graduados universitarios apenas se gradúan. No, la realidad es otra.

En Nicaragua, Europa, América Latina o los USA, nunca como hoy existieron tantos jóvenes recién graduados sin empleo, e igual, nunca como hoy existieron tantos profesionales, desempeñándose en tareas para los cuales no fueron entrenados en sus universidades.

El tema del falso punto de partida economicista, escolarizado y contraeducativo, no se da solamente en lo referido a la construcción curricular de planes y programas de estudio de las carreras universitarias y de la Educación Técnica, esta ideología también está presente en esa otra subideología llamada Educación por Competencias vinculada al desarrollo industrial capitalista y al saber hacer, y es parte fundamental de la apuesta ideológica neoliberal que sirve de base a los llamados Sistemas Nacionales de Evaluación y Acreditación y los CNEA de todos los colores y tamaños en todo el mundo hoy, creados para determinar quien es quien en el mercado de títulos y diplomas ofrecidos por el amplio universo de centros de educación terciarios, falsamente reputados como universidades.

El extremo de esta ideología que amalgama mercado y universidad como un todo, es tal, que hoy en muchas universidades del mundo, hay programas privados de educación posgraduada, que sin ningún rubor llaman de Educación Permanente, prostituyendo el término, que obviamente está referido a un concepto absolutamente diferente, todo con fines comerciales y de lucro.

* Sociólogo
migueldecastilla68@hotmail.com