domingo, 4 de mayo de 2014

De temblores, terremotos y el nuevo currículo

Una de las novedades del nuevo Currículo de la Educación Básica y Media de Nicaragua es el enfoque de los Ejes Transversales, los que se definen como aquellos temas que surgiendo de las necesidades sociales, “impregnan dinámicamente el currículo y se articulan secuencialmente en las diferentes áreas y asignaturas de los planes de estudio del sistema escolar”.
En este contexto, algunos ejes transversales del currículo nicaragüense son: educación de la sexualidad, educación en derechos humanos, educación para la equidad y la diversidad, educación en, para y por el trabajo, las nuevas tecnologías de la información, educación para el desarrollo ambiental sostenible y otros.
Precisamente, en este último Eje se encuentra el componente de “Prevención y gestión de riesgo para la reducción de desastres”, el que está inserto en los programas de estudio de los diferentes niveles y modalidades, especialmente en las asignaturas relacionadas con las Ciencias Naturales y los Estudios Sociales.
El enfoque por competencias con base en el cual está elaborado el nuevo currículo, en vigencia desde 2009, respecto al tema referido a la prevención y gestión de riesgo, se propone alcanzar en los estudiantes de la educación primaria y secundaria competencias relacionadas con las “prácticas de medidas de protección ante fenómenos naturales y antrópicos… y la participación en acciones de prevención, mitigación y atención a desastres…; proponiéndose como propósitos: analizar la Ley 337, en especial, los artículos que orienten la práctica de medidas de prevención y mitigación, y participar en acciones de sensibilización y en brigadas de prevención y atención a desastres.
Dado su carácter transversal, el tema de la “prevención y gestión de riesgos” es posible encontrarlo en las asignaturas de Ciencias Naturales de tercero a sexto grados en la VII Unidad, referida al Medio Ambiente y los Recursos Naturales, y de séptimo a noveno grados en la V Unidad; y en Estudios Sociales de tercero a sexto grados en la II Unidad, que incluye el estudio de las zonas sísmicas, volcánicas y áreas vulnerables del país, y de séptimo a noveno grados en la V Unidad de Geografía de Nicaragua, América y Universal, con temas relacionados con zonas de riesgo y la práctica de medidas de prevención y mitigación.
El propósito final es desarrollar en los estudiantes capacidades para planificar, organizar y ejecutar acciones que permitan prevenir, mitigar o reducir las consecuencias de los desastres naturales.

Obviamente, igual que en otras esferas de la vida social, la tarea de forjar competencias y capacidades para prevenir y atender desastres en la niñez y en la juventud nicaragüense, debiera de ser tarea de las escuelas, de las familias y de los medios de comunicación, todas, de manera mancomunada, forjando valores y actitudes favorables al bien común.